Calle-Calle: cerveza artesanal con historia

Valdivia es una de las ciudades más bellas y diversas del país en cuanto a paisajes y cultura. Mientras caminas por sus calles, en invierno, podrás escuchar como la lluvia golpea los techos de las casas coloniales; al pasear por la costanera puedes observar a los remeros navegando por los principales ríos de la ciudad -imagen singular del paisaje valdiviano-, pero sobre todo, Valdivia se caracteriza por su refrescante y burbujeante cultura cervecera.

Durante los últimos años, el número de cervezas artesanales en la ciudad se ha incrementado, hoy podemos encontrar múltiples variedades en el mercado, pero son pocas las que nos han sorprendido con sus notas de amargura y encantador sabor como lo hace la “Cerveza Calle-Calle”, una marca que nos propone un deleite al paladar con cada sorbo que degustamos.

Eduardo Aguilar, uno de los primeros maestros cerveceros de la ciudad de Valdivia, creó su propia cerveza en 1999, luego de trabajar en una cervecería y vivir una temporada en Alemania por temas de estudio. “Cuando llegue a Valdivia busqué una cerveza similar a las que había probado en Alemania, pero no existía; como tenía los conocimientos decidí comenzar a hacer mi propia cerveza casera con insumos que me enviaban amigos desde Alemania”. 

Elaborada de forma artesanal, la cerveza de Eduardo comienza a tener mayor demanda de amigos y familiares, llegando hasta el comercio local en el año 2002 en distintos restoranes y bares de la ciudad, surgiendo la fabricación de la hoy conocida “Cerveza Calle-Calle”, que se caracteriza por su fabricación 100% artesanal y natural.

“Nuestra cerveza se destaca por diseñar su propia receta, si bien existe una base, cada maestro cervecero la adecua y experimenta. Además no sólo diseñamos nuestra receta, sino también nuestros propios equipos, somos la única planta en Chile que hace su propia instrumentaría”, asegura Eduardo Aguilar.

Ubicados en el sector de Llancahue, a la salida sur de Valdivia, la Cervecería Calle-Calle ha sido de las pioneras en posicionar a Valdivia como una ciudad cervecera, por ende desde sus inicios consideraron necesario crear una identidad que fuera representativa, es ahí donde nace la idea de nombrarla como “Calle-Calle”, al igual que uno de los principales ríos que envuelve la capital regional de Los Ríos.

“Buscamos un nombre de raíz que identifique la ciudad, y que más representativo en Valdivia que sus ríos, por esta razón es que nuestras seis variedades de cerveza tienen designados ríos relevantes de la región, con excepción de “Llancahue” que lleva este nombre debido al sector donde nos encontramos”, señala.

Sin embargo esta cerveza no habría perdurado en el tiempo de no ser por algo más que el nombre, pues su esencia busca encantar con cada una de sus variedades, algo que logra gracias a una receta propia, natural sin aditivos ni preservantes y que fielmente entrega no sólo a la comunidad valdiviana, sino a todo el país; un producto con sabor, aroma y calidad.

Variedades

Todos estos años de producción cervecera no han sido en vano, ya que Eduardo junto a su equipo han creado diversas variedades donde cada cerveza fue bautizada con el nombre de uno de los ríos de la región, en este conglomerado destacan la Cutipay (5,0°), cerveza de color rojizo que se compone principalmente de miel de ulmo, lo que le da un sabor más dulce y aromático; Cau Cau (5,2°), cerveza rubia suave con un sabor intenso y buen cuerpo hecha a base de cebada pálida y caramelo; Naguilan (5,5°), cerveza negra que mezcla a la perfección el cacao y la malta tostada; Tornagaleones (5,2°), cerveza ámbar hecha en base de trigo; Llancahue Lager (4,6°) cerveza rubia pálida, agradable aroma y finalmente Pilolcura, cerveza rubia sin alcohol, ligera y suave, especialmente elaborada para deportistas.

La variedad se ha ido sumado año tras año y no sólo se limita a los diversos tipos de cerveza, sino que la marca “Calle-Calle” incluye concentrados y souvenir. Unos de los refrescos más destacables es “Cran Calle-Calle” una bebida de cranberry que no contiene aditivos, es 100% natural elaborada a base de frutos secos, cultivados y envasados con el agua más pura del sur de Chile.

“Esta es una bebida natural pensada para los niños, buscamos cambiar la mentalidad de que no es necesario que los chicos sólo tomen bebidas y puedan probar algo natural y sabroso, además tiene beneficios para quienes sufren de problemas urinarios. Siempre estamos haciendo cosas nuevas y este jugo ha sido bien recibido por el público” cuenta Eduardo Aguilar.

Los productos de “Calle-Calle” es posible encontrarlos en varios locales del país, uno de ellos es el emporio “La Casa de la cerveza” ubicada el Mercado Fluvial de Valdivia, donde Eduardo no sólo abastece de insumos el establecimiento, además es parte importante de la Unión Cerveceros de Los Ríos, siendo presidente y propulsor de este emprendimiento que no sólo beneficia a los cerveceros de la región, sino igualmente a emprendedores de productos gourmet.

Prontamente “Cerveza Calle-Calle” se podrá comprar en supermercados, para que puedas degustar esta espumante cerveza en la comodidad de tu hogar.

Procesos

Si bien los ingredientes de un tipo de cerveza a otra pueden modificarse, la base sigue siendo la misma: agua, cebada malteada, levadura y lúpulo, la idea es que todos estos sean lo más natural posible y así poder lograr un buen sabor, aroma y cuerpo.

En Chile no existe el lúpulo nacional, por lo cual Eduardo debe importarlo desde otros países de Europa. “Aún no tenemos lúpulo nacional, esperamos tener esta próxima temporada, compramos distintos tipos de lúpulo dependiendo de la cerveza que realizaremos, normalmente importamos de Alemania, Holanda y Bélgica. Nuestras cervezas utilizan una base de cebada y lúpulo de diferentes clases” asegura Eduardo Aguilar.

En tanto, las etapas de producción de la cerveza son: Macerado, se mezcla agua caliente con la malta previamente molida con el fin de convertir el almidón en azúcares fermentables, el resultado de esto se conoce como “mosto”; Cocción, el “mosto” se pone a hervir durante dos horas aproximadamente y donde se agrega periódicamente el lúpulo; Enfriado, etapa donde la temperatura del “mosto” baja a 20°C y queda idóneo para la intervención de la levadura; Fermentación, la levadura transforma los azúcares del “mosto” en alcohol y gas, dando a la cerveza su forma definitiva; y Envasado, en la producción de cerveza artesanal, al contrario de la industrial, ésta debe mantenerse viva y dejar que la levadura actúe dentro de la botella y así madure y se gasifique.

“En nuestra receta el proceso de maduración es de entre 10 y 12 días y la carbonatación alrededor de 2 a 3 día más, terminando este proceso se envían a los barriles, donde luego será envasada si así se amerita”, indica Eduardo Aguilar.

Burbujeante, refrescante; clara, obscura; amarga o incluso con notas de miel, la “Cerveza Calle-Calle” nos deleita con su sabor cada vez que nuestro paladar la percibe. Atrévete a probar sus variedades y a salir de lo convencional, prueba una cerveza artesanal con historia.

Contacto: (56-63) 2 222 427 info@cervezacallecalle.cl.

Web: www.cervezacallecalle.cl

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La publicación de este reportaje es parte del proyecto ‘Historias de éxito de empresas del sector agropecuario de Valdivia’, financiado con recursos del Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile. 

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