“Colmenares Pishuinco”: la sagrada miel de la selva valdiviana

A 17 km de Valdivia, el apicultor Hernán Arnaldi, fiel a las leyes de la naturaleza, cosecha a mano hace más de veinte años una dulce y orgánica miel campesina de auténtico dejo floral, única en el país.

En Pishuinco, comuna de Valdivia, viven cerca de 700 personas. Sólo una de ellas se ha dedicado al maravilloso mundo de la apicultura: Hernán Arnaldi (65), trabaja hace 25 años la elaboración de miel y la polinización de huertos.

En la soledad de su trabajo, pues es el único que se ha dedicado a esto en su familia, ha vivido con innumerables carniolas (Apis Mellifera Carnica) ―la raza de sus abejas ―durante los más de cincuenta años que lleva compartiendo con ellas. Acaban de enterrarle una lanceta. “Uno está dispuesto a que te piquen”, dice riendo y curado de espanto.

Este tipo de abeja, sin embargo, sobresale por su diligencia, tranquilidad, sentido de la orientación y su excelente invernación durante los meses de abril, mayo, junio y julio en condiciones difíciles de clima.  Cada una vive entre 35 a 45 días. Por ello, compra carniolas reinas y las mezcla dejando las mejores para evitar la consanguinidad. Le gusta contemplarlas. Su mamá tenía que espantarlas con escoba cuando quedaba enronchado haciendo sus primeros enjambres.

“Empecé a los 12 años prácticamente por hobby. Me gustaba tener colmenas.  Hacía cajones cada vez que encontraba un enjambre y las iba teniendo en las pampas por ahí, con techito, porque antes no existían las enfermedades que existen ahora y hace casi veinte años que le estoy sacando provecho a mi pasatiempo y me dediqué por completo. Me actualicé”, cuenta Hernán.

En medio de la naturaleza, está 100% dedicado a su emprendimiento entregando el mejor producto artesanal a sus clientes que no lo abandonan desde distintas regiones del país ―entre ellas Valparaíso y Santiago― y el cual exportó por algunos años. En Valdivia entrega pedidos una vez a la semana.  “Hay un alto consumo de miel” dice.

Arnaldi conoció la apicultura de manera autodidacta, leyendo bastante y perfeccionándose más tarde a través del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP). Hace algunos días terminó un curso de polinización impartido por el Consorcio Apícola de Valdivia y hoy forma parte de Los Ríos Alimenta Sano.

“Como apicultor pertenecer a la agrupación permite darle una confianza al consumidor, lo que realizamos lo hacemos bien, para que nuestro producto no perjudique a nadie, ya sea en azúcares, grasa, etc.”, agrega.

Cada año produce entre 3500 a 6 mil kilos de miel. “Hay muchos que se están metiendo en la apicultura, ellos tienen que tener presente que la constancia lo hace todo. Si uno no dedica tiempo completo a ella es matar las abejitas y hay que cuidarlas”, aclara.

Miel nativa de abejas mágicas

img_1811-00Desde la primavera hasta el verano se recoge la miel. Hernán trabaja de manera artesanal, cosechando a mano, sin afectar con añadidos la consistencia entre líquida y cremosa de su miel multifloral. “De primera sale el gato que produce el polen que es prácticamente para alimentar a la reina y sus crías, después van de a poquito por las plantas y ahora están dedicadas a recolectar néctar para la miel”.

― “Hay que ir revisando los apiarios que están completos y sellados. Hay que tener una buena familia, ahora tengo ciertos marcos que están llenos con miel. Falta el proceso de maduración y sellado del marco para poderlo cosechar. Eso depende mucho del número de abejas que haya en el apiario: entre más grande la familia más recolecta. Plena dedicación tiene que tener uno. Una familia chica, débil demora mucho más”.

Dentro de un proceso limpio e higienizado, una vez maduros los marcos los lleva a la sala de extracción, donde ejecuta el proceso de desaperculado, centrifugado, pasando la miel por un tambor decantador y finalmente envasarla.  

Hernán alimenta a sus abejas sólo con miel, “el azúcar acorta su vida”, dice, por eso su producto es totalmente orgánico con los sabores que entrega el bosque nativo y las flores del campo: tilo, menta poleo, trébol blanco, maqui, laurel, manzano, ciruelo, tepa, ulmo, entre otras especies botánicas.

La miel se diferencia de un sector a otro por las flores. La selva valdiviana comprende las regiones del Bio Bio y Aysén, pero en la región de Los Ríos su presencia es mayor. Bosques siempreverdes otorgan un valor y ecosistema único al sur del mundo.  Casi el 50% de la superficie regional está cubierta por bosque nativo.

Su desarrollo se da bajo una humedad permanente. Por ello, Hernán, llegando agosto cambia sus cajones para evitar que la humedad se convierta en un peligro para la vida de las abejas y pueda aparecer el Nosema cerenae, un hongo microscópico que ataca a las abejas y que actualmente mantiene un panorama desolador en las colmenas a nivel mundial.

La culpa de la muerte de las abejas en estos últimos años se debería también al uso de pesticidas en la polinización de los campos basados en la nicotina, a los transgénicos, a las ondas wi-fi y celulares, a las manchas solares, a la expansión humana. Sin embargo, aún no existe una respuesta contundente para el fin del misterio.

Las trabajadoras abejas de Hernán hoy se encuentran polinizando un huerto de diez hectáreas de arándanos a metros de su casa, para entregar un fruto más grande y de mejor calidad.

Las plantas son fértiles en primavera y necesitan encontrar otra planta soltera para fecundarse, por lo que necesitan un intermediario. Ese trabajo lo realizan las abejas.  Si ellas desaparecen el 75% de las plantas de todo el planeta dejarán de dar frutos y morirán.

No es la miel el principal ingreso de la apicultura en el país, sino polinizar los campos para la agricultura. Cuando las abejas entran a la flor por el néctar, agitan con sus pelos y sus alas el polen de los estambres, el órgano masculino de la flor. Lo trasladan y lo depositan en el estigma, el órgano femenino. Ese óvulo quedará fecundado y dará frutos.

– “En cuanto a la muerte de las abejas a mi este año no se me murió ninguna. Si ataca la chaqueta amarilla, por ejemplo, es generalmente porque la familia está muy débil. Cuando en marzo yo veo una familia débil, la fusiono con otras evitando la mortalidad. Estando fuerte la familia se defiende contra cualquier agente que la pueda atacar. Si les dejo más alimentación son más sanas y se defienden mejor y pasan un mejor invierno”, aclara Hernán.

El sabor y el color de la miel lo entregan las flores. Por eso su producto es una increíble mezcolanza que entrega propiedades antisépticas y antioxidantes que cumple con las normativas del SAG.

– “La gente la compra la mayoría de las veces para los resfriados, para la garganta, siempre se acuerdan las personas cuando están resfriadas de comprar miel, están endulzando todo con ella”, declara el campista.

Contacto:

hernan.arnaldi@gmail.com

+56-9-98524617

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La publicación de este reportaje es parte del proyecto ‘Destinos aptos para la pesca recreativa en Los Ríos’, financiado con recursos del Fondo de Fomento de Medios de Comunicación Social del Gobierno de Chile.

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