Cámara votará hoy proyecto que amplía edad de la mujer para cubrir tratamientos de fertilidad de Fonasa

Hoy se votará en la Cámara Baja el proyecto que propone ampliar la edad de la mujer para la cobertura de tratamientos de fertilidad mediante Fonasa hasta los 40 años.

La iniciativa bajo la resolución N° 965, de autoría del diputado Bernardo Berger (RN), se debe a que actualmente las mujeres están postergado la maternidad, ya que el desarrollo profesional que antes era poco viable, hoy sería una de las principales causas. En ese contexto, la búsqueda de la maternidad se inicia -en promedio- a partir de los 30 años, llegando incluso las futuras madres primerizas a encontrarse cercanas a los 40 años.

Al respecto Berger señaló que “en Chile, la infertilidad, esto es, la imposibilidad de lograr un embarazo luego de un año, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, afecta a más de un 15% de la población en edad fértil. Los tratamientos, en especial los de alta complejidad como la fecundación in vitro, no son de aplicación masiva: sólo 7 clínicas lo realizan”.

Si bien Fonasa ofrece cobertura respecto de tratamientos de baja y de alta complejidad, “no es menos cierto que la cobertura resulta del todo insuficiente, principalmente, porque los cupos a nivel nacional, de acuerdo a lo notificado mediante oficio Nº 33.165, de la Directora de Fonasa son mil 482 para tratamientos de baja complejidad, mientras que para los de alta complejidad sólo llegan a 303 cupos”, agregó.

Cabe mencionar que el problema de falta de cupos radica en que quienes tienen estos problemas y no están dentro del rango de edad, pero que cumplen con los otros requisitos que se exigen, quedan fuera de toda cobertura.

“En este caso la única posibilidad es mediante el sistema privado, lo que acarrea una tremenda discriminación pues dependerá del bolsillo de cada cual. Los costos van desde 250 mil a 2 millones 200 mil pesos, los que pueden duplicarse e incluso triplicarse y más en clínicas privadas”, manifestó.

Finalmente, el parlamentario concluyó que “atendidos los argumentos: los excesivos costos; las nuevas tablas de mortalidad que sostienen mayor proyección de vida para hombres y mujeres; que la edad de cobertura de los tratamientos sea mayor a la existente, y sobre todo que los derechos reproductivos tanto de hombres como de mujeres no pueden, en ningún caso, verse limitados o privados por razones económicas y por la evidente falta de actualización de datos, estadísticas, y en definitiva, de la realidad concreta de nuestro país en esta materia”.

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