Valdivia, y el sur de Chile en general, se caracterizan por lo estacional de su demanda turística. Los mismos valdivianos tenemos integrada en nuestra mente que pasada la noche valdiviana el verano se acaba y hay que hacerse el ánimo para volver a la rutina, cosa que también sucede en el resto del país una vez que comienza marzo, pero si lo pensamos bien, esto no es tan así, ya que si bien el clima comienza a cambiar, seguimos contando con muchas actividades durante el año que pueden resultar una gran experiencia de descanso y relajación para quienes nos visiten y también para quienes vivimos en Valdivia.

Qué hay de las múltiples actividades culturales que dan vida a la ciudad durante el año, como exposiciones, conciertos, teatro, cine, ferias y todo tipo de reuniones, o de la posibilidad de un tour fluvial contemplando el otoño desde el rio y viendo como nuestro paisaje se transforma y cambia de color con el paso de los meses. Una cena navegable, observando llover por la ventana del barco, mientras disfrutamos la gastronomía local, o un City tour fluvial al atardecer, viendo la puesta de sol, son panoramas que pueden sacarnos de nuestra rutina diaria. Podemos jugar por un rato a que estamos de “vacaciones de otoño” y para quienes nos visiten, puede ser un entretenido panorama para el fin de semana, disfrutando de actividades culturales, gastronomía tradicional y tomando una excursión por el río, ¿y si llueve?, ¡siempre llueve!, y eso es lo que nos da este hermoso paisaje, donde la verde selva Valdiviana se funde con cielos azules y espejos de agua.

No seríamos Valdivia sin lluvia y creo que de a poco nos hemos ido dado cuenta de que es parte de nuestra idiosincrasia y que podemos funcionar perfectamente con este clima, y no por ello nos vamos a quedar encerrados todo el invierno.

Vivamos nuestra ciudad en otoño e invitemos al resto de Chile a visitarnos durante todo el año, puede que se mojen un poco, pero nada que una cerveza negra artesanal o unos exquisitos chocolates no pueda solucionar.

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