El Negocio de la Información y la Libertad de Prensa en Chile

E. SandovalLos medios de comunicación de masas poseen un rol protagónico en nuestra sociedad al ser una fuente de conocimiento, difusión y construcción de la realidad que los sujetos utilizan cotidianamente para informarse y generar opinión respecto a las diversas temáticas y problemas atingentes que surgen en nuestro país, tales como: política, educación, cultura, adolescencia, economía, etc.

Dicho en otras palabras, gran parte de nuestras ideas y debates emergen de una imagen sesgada e ideológicamente construida a partir de los medios de comunicación (Sandoval, 2015).

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¿Cuáles son los aportes y beneficios que la televisión estatal entrega a los chilenos? 

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Por ello, resulta interesante generar un proceso de reflexión sobre el papel de los medios de comunicación de masas en la reproducción de los diversos estereotipos y visiones fragmentarias que deterioran la inclusión e igualdad en nuestra sociedad, al transmitir una imagen sesgada de la realidad nacional, sesgando ideológicamente el abordaje noticioso e informativo de los aspectos que se discuten en Chile, tales como: Ley del Aborto en sus 3 causales; Fracaso de construcción del Puente Cau Cau; el Financiamiento de las campañas políticas, etc.

De igual manera, resulta necesario preguntarnos respecto a ¿quiénes son los principales conglomerados económicos que controlan los medios de comunicación en Chile? ¿Cuáles son los límites de la transparencia y la libertad de prensa, ante un sistema económico tan desigual? ¿Cuáles son los aportes y beneficios que la televisión estatal entrega a los chilenos? ¿La crisis de audiencia vivida por TVN es el resultado de un modelo económico que explota el morbo y los estereotipos sociales? ¿Qué cabida e impacto alcanzan los programas culturales que se generan en Chile? ¿Hemos avanzado drásticamente a la privatización absoluta de los medios de comunicación en Chile? ¿Cuál es la libertad editorial que poseen los medios informativos chilenos?

Para responder a lo anterior, encontramos que los grandes medios se encuentran concentrados en manos de grandes grupos económicos, quienes poseen participación en diversos rubros de la economía nacional e internacional:

  • Agustín Edwards (grupo El Mercurio): este consorcio, posee 14 estaciones de radio en las principales ciudades del país y una agencia de noticias (Carmona, 2002). Asimismo, son propietarios de 22 periódicos, tres de circulación nacional publicados en Santiago y otros 19 (en 14 ciudades claves), contando con el apoyo del grupo Matte.
  • Álvaro Saieh (Consorcio Periodístico de Chile S.A., Copesa), quien aparece como propietario de los periódicos La Tercera, La Hora y La Cuarta; así como de las Revistas Qué Pasa, Paula, Pulso, etc. Asimismo, tiene participación en el medio radial, controlando las emisoras Duna; Paula FM, Carolina, Beethoven, Zero y Radio Disney, respectivamente (Monckeberg, 2009).
  • Grupo Luksic: controla el 67% de Canal 13, quienes destacan en el rubro de la minería.
  • Grupo Bethia (Falabella): controlan Megavisión desde el 2011.
  • Grupo Time Warner (Se trata del segundo conglomerado de medios más grande del mundo, superado sólo por Disney. Nace de la unión entre Warner Communications Inc. y Time Inc.), controlan Chilevisión.

Este conglomerado económico, posee una vasta inserción en los medios de comunicación de masas; entre los que se encuentran CNN (en sus versiones Chile, mundial, en Español, y CNN+, donde cuentan con el 49% de las acciones), HBO, Cinemax, TBS Superstation, Cartoon Network, Turner Classic Movies, Tooncast, Boomerang, HTV y Fashion TV. También son dueños de las cadenas argentinas I-Sat, Space, Infinito y TruTV. En México son dueños del Grupo Expansión, que representa Revista Quién, Life&Style, Expansión, Quo, Balance, Vuelo, Obras y Chilango. En Gran Bretaña tienen a IPC Media, editorial de revistas.

  • Grupo Prisa: controlan el 60 % del mercado radiofónico nacional, lideradas por la radio ADN. Además, son propietarios del diario El País y Editorial Santillana, entre muchos otros negocios.

Actualmente, somos testigos de una crisis significativa de representatividad y autonomía en los medios de comunicación de masas, puestos que sus bases fundacionales y/o económicas se encuentran sustentadas en los principales grupos de poder existentes en Chile; coartando notablemente el derecho a la información y la formación crítica de los ciudadanos, mermando nuestras posibilidades de construcción de una ciudadanía reflexiva y transformadora de la realidad.

Al respecto, analicemos por ejemplo, la cobertura en los medios que tuvieron las inundaciones en Santiago o el avance de un reality show, en comparación con el manejo noticioso del conflicto chilote. Otro ejemplo a gran escala, es la difusión y cobertura mediática que ha logrado Donald Trump en USA, beneficiándose directamente por el lugar que tales espacios / medios le brindan cotidianamente.

Tristemente, en muchos hogares, tales medios de comunicación, están reemplazando a los estilos de crianza, la lectura y el pensamiento crítico, la educación en valores y la formación cívica, etc. Quizás, la telebasura y los medios al servicio de la economía, vinieron para quedarse, puesto que se ha convertido en un negocio lucrativo, hedonista, superficial y acorde al statu quo chileno.

Eduardo Sandoval Obando.
Psicólogo. Postítulo en Sexualidad y Afectividad (U. de Chile). Diplomado en Docencia Universitaria. Diplomado en Salud Familiar (U. de Chile). Magíster en Educación, Mención Políticas y Gestión Educativas. Doctor © en Ciencias Humanas, UACH.
E-mail: eduardo.sandoval@correo.udc.es

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