Proyecto de Ley de Navegación Fluvial para Valdivia busca generar una condición especial de navegación para los ríos de la zona

La Ley de Navegación Fluvial busca generar una condición de navegación específica para los ríos, diferenciando la normativa aplicable a la navegación fluvial de aquella requerida para la navegación marítima.

Históricamente los ríos de Valdivia se han caracterizado por su intenso tráfico fluvial, especialmente el Valdivia, el Cruces y el Calle Calle, siendo una característica distintiva la flota de embarcaciones alineadas en la costanera de la ciudad.

La navegación en Valdivia no es un negocio aislado, ya que sus extensos kilómetros de ríos cercanos al mar la hacen una de las ciudades idóneas para realizar circuitos turísticos. Cada año son miles los turistas que visitan la ciudad y recorren sus rutas fluviales a bordo de las embarcaciones ubicadas en el muelle Schuster, las que agrupadas integran Latitud 40, promotora de productos turísticos de Valdivia.

Para Rodrigo Lovera, armador fluvial asociado a Latitud – 40 y representante de la ATF, la navegación es uno de los mayores atractivos que tiene la ciudad: “la gente asocia Valdivia a sus ríos, al santuario de la naturaleza, a los viajes por sus históricos fuertes”, señala.

El turismo fluvial de Valdivia va de la mano con otros atractivos turísticos, que impactan en beneficio de la economía local, como hotelería, gastronomía, actividades de turismo rural y deportivas.

Su sello diferenciador implicaba un tratamiento especial. Es por esta razón que durante el año 2013 la Asociación de Turismo Fluvial (ATF), contando con el apoyo de los senadores Ena von Baer (UDI) y Alfonso De Urresti (PS), impulsó la modificación de la Ley General de Navegación, introduciendo un título especial relativo a la navegación fluvial de Valdivia, la que aún se encuentra en trámite en el Congreso.

“Lo que buscamos con la modificación de esta ley es generar una condición especial de navegación para los ríos de Valdivia. Creemos que al ser Valdivia una red de ríos única en Chile tendría que tener una condición distinta a lo que regula la navegación en el resto del país”, señala Rodrigo Lovera, armador fluvial asociado a Latitud 40 y representante de la ATF.

Implicaciones de la Ley de Navegación en relación con el turismo fluvial

En la actualidad, todas aquellas actividades que se ejecuten en los ríos y que operan bajo la Ley de Navegación, la cual no distingue entre mar, río o lago, deben realizar reconocimientos de naves y artefactos fluviales; emitir certificaciones de seguridad; ejecutar peritajes a embarcaciones afectadas a siniestros o accidentes; y aprobar proyectos de construcción y reparación de estas naves, lo que regula la Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante Nacional (Directemar), institución a cargo de la organización y control de la navegación fluvial,

La Ley de Navegación Fluvial Implica una nueva reglamentación para los ríos de Valdivia, evitando que los capitanes de puerto y autoridades fiscalizadoras requieran el cumplimiento de exigencias no acordes a la navegación en aguas interiores.

“Perfeccionar y mejorar las condiciones para nuestras empresas por medio de esta ley permite que optemos a más público y que la ciudad pueda seguir creciendo. Con esto no pretendemos ir en contra de las normas o seguridad, sino todo lo contrario, queremos que se regule bajo condiciones especiales con los tratamientos que requiere una red de ríos como ésta”, destaca Rodrigo Lovera.

“Si se observan nuestros cambios, no hay modificaciones respecto a la seguridad o la fiscalización que está en manos de la armada, solo especificaciones respecto a la navegación fluvial”, sostiene.

“Esperamos que luego de tres años esta iniciativa llegue a buen puerto y con éxito, de esta manera beneficiaria las distintas actividades que se realizan en el río, considerando la amplia gama de emprendimientos que se desarrollan en las aguas interiores, particularmente de los ríos Valdivia y Calle Calle”, concluye Rodrigo Lovera.

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