Parlamentario de Los Ríos dijo en su intervención que “somos los que vivimos en regiones los que seremos tributarios de una buena o mala reforma, no los burócratas de Santiago”.
Tras lograrse el compromiso del Ejecutivo con un cronograma que permitiera tener claridad sobre cómo se avanzará en aquellos proyectos que permitirán materializar el traspaso de competencias a los futuros gobernadores regionales, el Senado aprobó la reforma constitucional que establece la sustitución de la figura del Intendente por un Gobernador Regional, el que será elegido por sufragio universal, en votación directa, por simple mayoría (40% de los votos válidamente emitidos), que durará 4 años en el ejercicio del cargo y que podrá ser reelegido por una sola vez.
Durante el debate del proyecto el senador Alfonso De Urresti hizo presente sus aprensiones, justamente, respecto de la falta de coherencia que existía entre la reforma constitucional que permite la elección de la autoridad regional, y las herramientas y recursos que se le entregaban a esa autoridad y a las regiones para avanzar en descentralización y autonomía. “El proyecto originalmente no entregaba competencias ni recursos, sino que solo regulaba el acto político-electoral. De ahí la importancia de contar con un cronograma para avanzar con las normas sobre competencias y recursos, aún en trámite”, dijo el senador del PS.
El legislador por Los Ríos fue enfático en señalar que si la reforma no iba encadenada con el traspaso de atribuciones y medios, “terminaremos siendo los que vivimos en regiones los tributarios de una buena o mala reforma, no los burócratas de Santiago. Por eso nos preocupa, que a diferencia de lo que se hizo previamente a la creación de la región de Los Ríos, no hemos visto ese trabajo de fortalecimiento de la capacidad instalada, humana, y regional para desarrollar esta importante transformación”.
De Urresti indicó que “hemos sido críticos en esta discusión porque era importante lograr que esta contradicción que aparecía entre elegir gobernador regional pero sin atribuciones claras, no terminara siendo una herramienta en contra de la gente de las regiones, sino un elemento positivo, de desarrollo, de identificación con el territorio y su autonomía, que es lo que los ciudadanos de las regiones esperan desde hace mucho tiempo”.
Finalmente el parlamentario dijo que “mis críticas al proyecto y al Ejecutivo han sido leales y constructivas, a diferencia de algunos que hoy aparecen convertidos en furibundos regionalistas, muchos de los cuales ya el 2006 cuando creamos la región de Los Ríos, decían que era impensable llegar a elegir a los intendentes”.
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