Corma estima pérdidas de 40 millones de dólares para el sector forestal por incendios en regiones del Maule y Biobío

En el sector forestal interactúan 10.000 empresas desde micropymes hasta grandes empresas, generando empleos directos e indirectos para cerca de 300 mil personas. Incendios se han concentrado en la Región de Maule donde casi el 60% de la producción maderera es desarrollada por pymes madereras y el 40% de los bosques plantados está en manos de 3.400 pequeños y medianos propietarios forestales.

La Corporación Chilena de la Madera –CORMA- estimó en forma preliminar en cerca de 40 millones de dólares y más de 22 mil hectáreas de bosques afectadas, las pérdidas que arrojan hasta el momento los incendios forestales que afectan a las Regiones del Maule y Biobío.

En un balance preliminar, el gremio informó que los incendios se han concentrado en la Región de Maule donde casi el 60% de la producción maderera es desarrollada por pymes madereras y el 40% de los bosques plantados está en manos de 3.400 pequeños y medianos propietarios forestales, que directa o indirectamente dan empleo a 45 mil personas.

“Si bien, hay empresas grandes y medianas afectadas, las pymes forestales han sido las más afectadas, ya que para muchas de ellas el recurso boscoso es su único sustento y fuente laboral para muchas personas”, sostuvo CORMA.    

En Chile, existen 2,4 millones de hectáreas de plantaciones donde un 33% pertenece a 22.744 pequeños propietarios. En la actividad, interactúan 10.000 empresas desde micropymes hasta grandes empresas, generando empleos directos e indirectos para cerca de 300 mil personas.  

Recursos privados

El gremio forestal informó que las principales empresas forestales están desplegadas y combatiendo los incendios desde el primer día con todos sus recursos humanos y técnicos. “Estamos comprometidas al 100% con las regiones afectadas”.

En este momento hay en total 2.440 trabajadores de las empresas forestales dedicados exclusivamente al combate de incendios forestales. A ello, se suman 215 torres de observación y vigilancia para detectar incendios, donde laboran 482 personas. Para el resguardo terrestre, en tanto, cuentan con distintas brigadas divididas en: 75 unidades terrestres, 22 cisternas, 8 mecanizadas y 46 brigadas 4×4. En el combate aéreo, en tanto, están actuando 15 aviones cisterna y 20 helicópteros.

Las empresas forestales vienen desarrollado hace más de 20 años programas de prevención y control de incendios altamente profesionales y en coordinación con el sector público, con un inversión promedio anual de 47 millones de dólares, que no sólo se destinan a proteger su patrimonio sino también el de sus vecinos, alcanzando una superficie total cubierta de aproximadamente 2 millones de hectáreas.

Parte de este trabajo, considera un levantamiento de la condición de riesgo en los sectores con mayor ocurrencia de incendios, donde se ha incrementado la seguridad de la interfaz urbano/rural a través de la habilitación de cortafuegos, manejo de combustibles (eliminación de la vegetación viva o muerta y de los residuos y desechos vegetales), podas, raleos, trabajos preventivos con los tendidos eléctricos, despeje de caminos y habilitación de fuentes de agua y helipistas.

Este año además, se puso en marcha un programa para trabajar directamente con los vecinos y comunidades en la prevención. Las empresas forestales están trabajando directamente con los vecinos y se realizan operativos puerta a puerta, charlas en colegios, visitas a ferias locales, operativos en carreteras, visita a balnearios y encuentros con la comunidad para crear conciencia y enseñar a la población a convivir en forma segura con los bosques y aprender medidas que para proteger las viviendas frente a un incendio.

Impacto ambiental

De acuerdo a los últimos informes oficiales, la superficie afectada por los incendios comprende pastizales, matorrales, cultivos agrícolas, bosque nativo y plantaciones. Los incendios forestales no discriminan entre especies, afectan a todo tipo de bosque por igual, y especies como el eucaliptus o pino corren la misma suerte que la vegetación nativa, tal como lo han señalado reiteradamente distintos expertos en esta materia.

Al respecto, CORMA recordó que el promedio de superficies vegetacionales incendiadas en los últimos 20 años es de 52.900 hectáreas anuales promedio, donde el 71% corresponde a bosque nativo, matorral y pastizales, siendo estos dos últimos componentes los más gravitantes de acuerdo a cifras de CONAF.

La Corporación Chilena de la Madera advirtió además sobre el impacto ambiental que conlleva que se quemen plantaciones forestales, ya que por de rápido crecimiento, son muy eficientes en la captura de emisiones de carbono. En promedio, capturan el 20% de las emisiones anuales de carbono que emite el país, beneficio que al quemarse el bosque se pierde.

Corma Bío Bío

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