En inédito despliegue marítimo, el INACH cumplió tareas científicas en aguas antárticas y subantárticas

En inédito despliegue marítimo, el INACH cumplió tareas científicas en aguas antárticas y subantárticas

Durante la última parte del año 2016 e inicios del 2017, se ha desarrollado la LIII Expedición Científica Antártica (ECA 53), que cada año lleva a cabo el Instituto Antártico Chileno (INACH). Esta expedición fue la de mayor envergadura efectuada por Chile en toda su historia, tanto en medios disponibles como en cantidad de investigadores desplegados en el Continente Blanco.

Durante esta temporada, se tuvo el apoyo de tres buques de la Armada (Óscar Viel, Aquiles y Lautaro), un barco (la nave científica Karpuj) y tres medios marítimos costeros: las lanchas científicas Isabel, Hugo Moyano y Carlos Moreno, todas pertenecientes al INACH. Estos medios marítimos permitieron que los investigadores pudiesen efectuar sus actividades científicas y muestreos en las zonas previstas.

En bahía Fildes (también conocida como bahía Maxwell), donde se encuentra la base “Profesor Julio Escudero” (latitud 62° 12’ 57” S y longitud 58° 57’ 35” W) está apostada la lancha científica “Isabel”. Esta nave, con cabina, calefacción y baño, tiene la capacidad de apoyar proyectos que desarrollen actividades de buceo o investigación en oceanografía en la zona costera. Sus 9 metros de eslora y una capacidad para 6 científicos y 2 tripulantes permiten trabajar durante largas horas de muestreo si así lo requieren, en condiciones seguras y con desplazamientos rápidos en este sector de la isla Rey Jorge.

Además, el INACH cuenta 400 km más al sur, en su base “Yelcho” (isla Doumer, 64.9° latitud sur y 63.6° longitud oeste), con dos lanchas menores, sin cabina, pero equipadas con pescante y huinche para efectuar labores de investigación: las Hugo Moyano y Carlos Moreno, con las que los investigadores de esta ECA 53 pudieron trabajar en las cercanías de la mencionada base.

Por su parte, la nave Karpuj efectuó viajes de prueba de equipos e investigación por los canales australes, que la llevó en primera instancia hasta Puerto Williams, luego a Yendegaia y Puerto Navarino, y en estos días hasta caleta Tortel donde se trabaja en diferentes proyectos, del Centro IDEAL. El Dr. José Retamales, director nacional del INACH, agregó que se han ido cumpliendo todos los objetivos establecidos para lo que se construyó la nave y tener una efectiva presencia científica en la Patagonia chilena.

“Ha sido una temporada de trabajo intenso con la Karpuj. Pensamos en un inicio llevarla a la Antártica para desarrollar los trabajos de muestreo, pero decidimos que gran parte de las labores que se iban a llevar a cabo se podían efectuar mediante nuestras otras lanchas científicas de bahía apostadas allá. También la necesitábamos aquí, donde está lo que se hizo en la bahía Yendegaia, Puerto Williams y en el trayecto hacia la Región de Aysén con el grupo de investigadores del Centro IDEAL”, agregó Retamales.

El director del INACH se refirió también a la ECA 53, en donde subrayó el trabajo de la Karpuj en aguas patagónicas, así como al gran número de investigadores desplegados en el Continente Blanco trabajando en distintas plataformas.

“Contando personal científico y logístico, llegamos a casi a 240 personas trabajando en expediciones científicas que comenzaron en noviembre 2016 y terminarán hacia fines de marzo de este año. Se nos vienen desafíos importantes, entre ellos el uso de las nuevas dependencias construidas para trabajos científicos en la base ‘Carvajal’ de la Fuerza Aérea de Chile, donde se construyeron los laboratorios ‘Eduardo García’. El interés y el entusiasmo que tienen los científicos chilenos por la Antártica, ha superado todas nuestras expectativas”, indicó el titular del INACH.

La oceanógrafa del INACH, Dra. Lorena Rebolledo, quien estuvo presente en el viaje de la Karpuj por los canales australes junto al biólogo marino Carlos Pineda, agregó que “se trabajó con dispositivos que permiten recuperar sedimentos marinos para obtener testigos que nos permitan reconstruir la historia del clima de los últimos 200 años. La Karpuj nos presenta una serie de facilidades que hacen posible el desarrollo de estudios biológicos, oceanográficos y geológicos, ya que se puede trabajar con equipos como redes, gravity corer y dragas, usando el marco ‘A’ o el pescante de la lancha”.

En la parte oceanográfica les permite desplegar instrumentos que entregan información sobre salinidad, temperatura y oxígeno disuelto. “Los sedimentos extraídos desde el fondo son cortados cada un centímetro y mediante la datación podemos asignarle edades a cada uno de estos estratos, junto con tratar de reconstruir cómo han sido las fluctuaciones de las descargas de agua dulce y aporte glaciar”.

Harry Díaz / Periodista Instituto Antártico Chileno | INACH

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