Encuentran nuevos afloramientos de hojas de Nothofagus en península Antártica

Hasta el sector de Bahía Almirantazgo en el continente blanco, llegaron los investigadores del proyecto “Patrones paleogeográficos vs el cambio climático en Sudamérica y la Península Antártica durante el Cretácico Tardío: ¿Una posible explicación para el origen de la biota austral?”.

Los cuatro científicos, que incluyen al Dr. Harufumi Nishida de la Universidad de Chuo en Tokio, al Dr. Felipe Hinojosa de la Universidad de Chile y al memorista de geología de la Universidad de Concepción Roy Fernández, todos liderados por el Dr. Marcelo Leppe, permanecieron en el sector en el marco de la Expedición Científica Antártica (ECA 53), que cada año realiza el Instituto Antártico Chileno (INACH).  

El paleobiólogo explica que una de las cosas que están ocurriendo con la Antártica, es que el retroceso de los hielos está dejando áreas expuestas que durante 30 mil años estuvieron cubiertas por hielo. Además, el Dr. Leppe señala que muchos naturalistas, paleontólogos y geólogos (en su mayoría polacos) que exploraron hace cuarenta años atrás en el área de bahía Almirantazgo, tuvieron una fotografía muy distinta a la que se puede obtener hoy en día.

“Hoy podemos observar un retroceso en áreas de 180 a 200 metros que deja expuestas las rocas que investigadores anteriores no tuvieron la oportunidad de ver. Virtualmente, estas localidades y fósiles jamás han sido vistas por ojo humano, por lo que nos sentimos privilegiados. Decidimos visitar algunas localidades que han sido conflictivas en cuanto a sus edades y con presencia de un género de plantas clave para entender la paleogeografía austral: Nothofagus. Nunca ha sido fácil para los paleontólogos trabajar en Antártica, pero el monte Zamek nos ofreció retos adicionales con fuertes vientos, temperaturas bajo cero, y largas caminatas por el flanco del glaciar Esfinge, ascendiendo varios cientos de metros para poder llegar hasta el punto de trabajo”, apunta Leppe.

A pesar de las barreras climáticas y el contexto geográfico, se tuvo éxito. Bajo los niveles que habían sido previamente descritos por la paleobotánica brasileña Tania Dutra, quien también es parte del proyecto que busca develar como organismos de Sudamérica y la península Antártica evolucionaron durante el Cretácico (a fines de la Era de los Dinosaurios) para fundar los cimientos de los actuales ecosistemas australes, el equipo encontró restos de Nothofagus (género de árboles que hoy viven en Nueva Zelandia, el sur de Australia, Nueva Caledonia y en el cono sur de Sudamérica) más antiguos que los precedentes.

“El tamaño de las hojas de Nothofagus encontrados nos hace pensar que podrían tratarse de más antiguos que lo descrito para esta área. Además estuvimos muestreando cerca de la base polaca Arctowski, y encontramos un nuevo punto que nos podría entregar mucha información para un futuro.”, comenta el investigador..

Los objetivos planteados en un inicio por el experto el paleobiólogo del INACH y equipo de trabajo se cumplieron en su totalidad. Se encontraron nuevos afloramientos en el prístino Continente Blanco donde antes no se habían descubierto. Se tomaron muestras para trabajar en determinación de edades con métodos radiométricos, en colaboración con profesionales en Zúrich, Suiza.

“Tenemos dos localidades que nos van quedando por explorar en el continente antártico. Una está muy cerca de la base chilena “Carvajal” (isla Adelaida), es el punto con mayor dificultad, no obstante el otro lugar no deja de ser complejo, la isla James Ross”, argumenta el científico.

Se estima que el género Nothofagus, que domina hoy los bosques desde Santiago a Cabo de Hornos, habría llegado a la Antártica hace unos 80 millones de años y que, a pesar de la proximidad geográfica con Sudamérica, no habría migrado a Patagonia por la imposibilidad de sus semillas de atravesar a ultramar. Por lo tanto, los elevados niveles del mar de fines del Cretácico habrían conspirado para que Nothofagus alcanzara otros continentes a ultramar, como Sudamérica y África, hace 85 millones de años, hasta la formación de los primeros puentes terrestres a fines del Cretácico con Sudamérica.

Cabe señalar que el proyecto mantiene un financiamiento de Fondecyt regular e INACH.

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