Este libro del experto en temas ambientes y forestales, Luis Otero, se da cuenta de las plantaciones forestales en nuestro país, su desarrollo y, especialmente, plantea el desafío de compatibilizar la industria forestal con otros sectores generando un entorno armónico para todos.
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El contraste de colores verde oscuro de las plantaciones, el verde claro de las praderas y los rojos y amarillos de los bosques de roble en otoño, son sólo el fiel reflejo de las fotografías que dan vida al libro “El paisaje y las plantaciones forestales” de Luis Otero Durán, ingeniero forestal e investigador de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Austral de Chile, que invita a conocer cómo se puede generar un paisaje más armónico, con mayor riqueza de colores, texturas y formas aportando a una mirada integral de los territorios que conforman nuestro país. A través de una recopilación de imágenes se aborda el tema del paisaje desde sus múltiples factores naturales y culturales, todo con el enfoque en la coexistencia entre lo forestal, la agricultura, el bosque nativo y los parajes naturales.
Para Otero, con amplia experiencia en temas forestales y ambientales, consultor internacional en distintos países, y autor de tres libros y más de 100 publicaciones y artículos técnicos, la erosión motivó la generación de las plantaciones forestales. “En los años ’60, el 78% de la Cordillera de la Costa se estaba yendo al mar, erosionada por los grandes incendios, la agricultura y ganadería de subsistencia. El sector forestal vino a resolver en gran parte ese problema”.
Destacó que en Chile hay 2,6 millones de hectáreas de plantaciones forestales, distribuidas entre Valparaíso y Coyhaique, que son vitales para el desarrollo productivo nacional, que satisfacen la demanda nacional de madera para la vivienda y papel para una enorme cantidad de usos, además de cientos de miles de empleos y que en los últimos años, sus empresas, han realizado enormes cambios gatillados por la certificación FSC.
Desafíos y oportunidades
En el libro “El paisaje y las plantaciones forestales” da cuenta cuál el camino que se debe seguir con los bosques. “Hay que construir un mosaico diverso. Esto significa tener bosques de distintas edades, tamaños, especies y formas. Entonces tendríamos un parche que va a estar en cosecha, otro juvenil, uno de edades intermedias y uno adulto”, explicó el autor.
Añadió que “al tener una diversidad de parches resolvemos el problema de erosión y de agua. Un ejemplo es lo que se da en los Alpes Suizos, que atrae a millones de turistas cada año, donde hay un mosaico de plantaciones, praderas y áreas naturales.”
Hernán Cortés, ingeniero forestal y PhD en Economía Forestal de la Universidad de California, hoy representante de la cámara económica de FSC Chile, manifestó que “me impresionaron estas 200 fotos desde el Maule a Aysén, que dan cuenta que se debe seguir trabajando en los mosaicos. El mundo va hacia las plantaciones forestales. El año 2050 la población va a estar cercana a los 9 mil o 10 mil millones de habitantes y se va a necesitar la madera para uso industrial. Pero debemos proteger los ecosistemas. Tenemos que proteger los bosques nativos y esto se hace a través de las plantaciones. Si no existieran plantaciones hace rato que los bosques nativos habrían desaparecido por la demanda de productos forestales” sentenció.
Por su parte, Aníbal Pauchard, doctor en Ecología Forestal del College of Foresty and Conservation de la Universidad de Montana, en USA, dijo que “el libro es muy fácil de leer porque tiene conceptos que nos preocupan, como la erosión. Cada persona va a tener una manera distinta de ver el paisaje. Hay que buscar cómo hacer plantaciones más amigables, para que sean más gratas y puedan ser usadas como espacios para compartir en familia”.
En el libro se da cuenta de cómo la empresa Arauco, a través de la cosecha con mosaicos, está priorizando el paisaje en sus operaciones forestales, en especial en la zona sur del país.
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