Alejandro San Francisco: “Los años electorales son complejos, habrá más polarización y un clima más agreste”

Alejandro San Francisco, académico de los institutos de Historia de la PUC y de la USS, ofreció esta mañana la clase inaugural del año académico de la Universidad San Sebastián, en el Campus Las Tres Pascualas. 

Conocer y entender la historia ayuda a comprender el momento que vivimos, dijo Alejandro San Francisco Reyes, doctor en Historia por la Universidad Oxford y profesor de la USS y de la PUC, en la clase inaugural del año académico de la Universidad San Sebastián. Ante una concurrida audiencia, hizo un completo análisis de lo que fue el último cuarto de siglo antes del Bicentenario, es decir, entre 1960 y 2010.

El académico, que es también director de Formación del Instituto Res Pública, desarrolló la conferencia “Chile 1960-2010. Ruptura, restauración de la democracia y nuevos desafíos”. Exposición que sirvió además para presentar en Concepción los dos primeros tomos del proyecto “Historia de Chile 1960-2010”, impulsado por el Centro de Extensión y Estudios de la USS (CEUSS). Se trata de “Democracia, esperanzas y frustraciones. Chile a mediados del siglo XX” y “El preludio de las revoluciones. El gobierno de Jorge Alessandri (1958-1964)”. La obra considera 12 tomos que se publicarán dentro de los próximos cinco años.

Planteó que Chile entre 1932 y 1966 tuvo un sistema “que no sólo permitía la alternancia en el poder sino que posibilitaba que partidos que eran pequeños crecieran y otros disminuyeran hasta desaparecer. Chile se jactaba de su democracia, lo que en América Latina no era habitual. Nuestro país parecía ajeno al deterioro de las democracias en la región”.

No obstante, entre 1955 y 1959, “la democracia chilena empieza a tener sus primeras grietas. En parte esto dado por el lado oscuro del régimen chileno, que es el desarrollo económico y social”. Recordó denuncias de aquellos años, por ejemplo, el entonces ministro de Salubridad Salvador Allende dijo que Chile tenía la tasa de mortalidad infantil más alta del mundo en tanto el médico Fernando Monckeberg planteó que en el país “los niños mueren como moscas”. La falta de acceso a agua potable, alcantarillado y electricidad de un porcentaje importante de la población también da cuenta de la precariedad social de la época. En materia económica influyó de igual modo el fracaso de todos los gobiernos en el manejo de la inflación.

A esta compleja realidad se sumó la Revolución Cubana que “llevó a muchos a pensar que ese camino era una opción”. San Francisco recordó que entre 1946 y 1973 siempre el presidente electo era opositor al mandatario saliente, lo que denota que el país tenía un problema. “Eso demuestra la alternancia en el poder, pero también que la población cambia de opinión porque no veía cambios ni beneficios”. Asimismo, indicó, que entre 1964 y 1973, los tres mandatarios, es decir, Jorge Alessandri, Eduardo Frei y Salvador Allende, “advirtieron que Chile se acercaba peligrosamente a un golpe de Estado”.

Así, tras desarrollar un completo análisis de la época, Alejandro San Francisco abordó la transición a la democracia para finalizar con una reflexión sobre el actual momento. Indicó que los años electorales como éste son complejos y que se deben analizar dos aspectos. Por un lado aumenta la polarización, “vamos a andar más irritados, más enojados, basta ver las noticias en la televisión para darse cuenta, habrá un clima más agreste”. Por otro lado, dijo, “las promesas que se hacen en años electorales hay que tomarlas como tales. Todos los presidentes quieren mejorar las condiciones, pero las promesas de campaña hay que enfrentarlas con la realidad”.

ACTUALIDAD Y DESAFÍOS

Luego de la exposición del historiador Alejandro San Francisco, se dirigió a los presentes el rector de la Universidad San Sebastián, Hugo Lavados Montes. La autoridad académica planteó que hoy la USS tiene más de 30 mil estudiantes, 27 mil en programas de pregrado, 2.500 en programas de postgrado y educación continua y alrededor de 700 en los recién abiertos programas Advance.

Asimismo, destacó que la institución impartirá dos postgrados, uno en Historia, vinculado al proyecto “Historia de Chile. 1960-2010” y otro en Biomedicina, que pretende impulsar investigación de alto nivel en salud humana con infraestructura de excelencia.

Los anteriores son logros relevantes para una institución nueva, comentó el rector haciendo alusión a un ranking recientemente publicado en que clasifica como universidades nuevas a aquellas con menos de 50 años. “La Universidad San Sebastián tiene apenas 27 años”, especificó. “Queremos más calidad en lo académico, pero también estabilidad financiera que permite tener el desarrollo académico que hemos tenido”, mencionó.

Respecto del debate en educación superior, sostuvo que ha sido en algunos aspectos irrelevante, por ejemplo, la discusión sobre qué instituciones cumplen un rol público. “Más allá de las definiciones, nosotros tenemos la convicción de que hacemos un aporte a la comunidad con la formación de profesionales y también gracias a la relación que tenemos con el entorno a través de los proyectos de Vinculación con el Medio, que en la Sede Concepción son tan importantes”.

Sobre los temas del futuro, el rector dijo que tenemos dos desafíos como sociedad. El cambio demográfico con el ostensible aumento de la esperanza de vida.  “Hoy una persona de 60 años, tiene la esperanza de vivir entre 35 y 40 años más, porque ya ha superado muchos riegos”. Y otro gran tema es el cambio tecnológico con todas sus consecuencias en diversas materias como empleo, la inteligencia artificial, en medicina, entre otros. De esta manera, Hugo Lavados dio por inaugurado el año académico en la USS Concepción.

Al inicio de la ceremonia, Sergio Castro Alfaro, vicerrector de Sede, destacó el proyecto “Historia de Chile. 1960-2010”, calificándolo como una notable contribución a la sociedad y al debate. Planteó que la USS tiene “el genuino interés de aterrizar la reflexión académica a los desafíos que enfrenta nuestro país y a los temas que tienen y tendrán un efecto directo en la ciudadanía, donde la historia de Chile, en sus capítulos más recientes, constituye una inagotable fuente de análisis, discusión y también de enseñanza”.

Agregó que “la razón más importante de nuestro existir es constituir un verdadero aporte a la sociedad, no sólo encarnado en las generaciones de profesionales que formamos, sino en las iniciativas de investigación, extensión y vinculación con el medio en que nos embarcamos por esta convicción de ser cada día una universidad más compleja”. 

 

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