La iniciativa busca generar un trabajo asociativo y en red, para avanzar en un tejido social a nivel del territorio orientado la inclusión social. Además, pretende que sus participantes sean agentes activos de sus procesos de salud, desde la promoción y prevención, hasta la rehabilitación, fortaleciendo la ciudadanía en salud.
Tras concretarse la asignación de 4 millones 2 mil pesos, la Agrupación Aitué comenzó a ejecutar su proyecto para construir un invernadero que albergará una huerta medicinal orgánica, cuyas plantas se destinarán a la elaboración de hierbas secas, cremas, aceites y tinturas, las que podrán ser utilizadas por toda la población beneficiada.
El proyecto, además de contemplar la construcción estructural del invernadero (que se mantendrá al interior del CESFAM Angachilla), considera la implementación de la huerta comunitaria y la capacitación para su gestión y manejo, que incluirá la producción de fertilizantes (humus y compost) a través del manejo de residuos sólidos domiciliarios que genere la población del CESFAM.
“Este es un trabajo integral, que incluye la participación de diferentes organismos públicos, cuyo beneficio a esta comunidad se genera gracias a un trabajo asociativo y en red, que va desde el financiamiento hasta la atención integral que entregamos por medio de nuestra red de atención primaria de salud municipal”, sostuvo la directora del CESFAM Angachilla, Isabel Soto.
La profesional de la salud municipal de Valdivia indicó también, que se realizarán talleres para las familias vecinas con la finalidad de potenciar el sentido de pertenencia y la integración. “No cabe duda que la ejecución de esta iniciativa influirá de forma positiva en la comunidad, al promover un trabajo familiar en conjunto con su centro de salud, lo que aportará a mejorar su calidad de vida”, concluyó.
Por su parte, la presidenta de la Agrupación Aitué, Pilar Noches, manifestó su alegría por la puesta en marcha de la huerta comunitaria, instancia que “para nosotros está siendo una gran experiencia, porque nos ha servido para unirnos más como grupo, desarrollarnos en un trabajo, abrir nuestra mente, para trabajar (ejercitar) nuestras manos, por lo que estamos muy agradecidos, ya que nos está sirviendo para trabajar más adelante en beneficio de nuestra comunidad”, puntualizó.
En este sentido, el proyecto contempla el uso de la jardinería y horticultura como una actividad terapéutica. En el ámbito de la salud mental, también fortalece la autoestima y las habilidades sociales de los participantes.
Para ello, se contará con el apoyo de una Lawentuchefe –médico mapuche con alto conocimiento herbolario para la sanación-, quien será la encargada de transmitir su conocimiento ancestral en la materia, complementándose su trabajo con el equipo de salud del CESFAM.
Agrupación Aitué
La Agrupación Aitué está integrada, principalmente por mujeres, vecinos de la tercera edad, personas en situación de discapacidad y usuarios del Centro Comunitario de Rehabilitación Familiar, dependiente del Centro de Salud Familiar (CESFAM) Angachilla. Las actividades y necesidades de este grupo se relacionan con el cuidado de personas con diferentes grados de dependencia y que presentan necesidades de participación e inclusión social.
Cabe destacar, que la agrupación ha sido acompañada en este proceso por el CESFAM Angachilla, a través de su Centro Comunitario de Rehabilitación; el Ministerio de Desarrollo Social, que aportó con gran parte del financiamiento por medio de su fondo concursable “CHILE de todas y todos”; y del Servicio de Salud de Valdivia, entidad que apoyará la iniciativa con su Programa de Rehabilitación integral de la Red Salud.
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