Implementan espacio de acogida para usuarios en el Hospital Guillermo Grant Benavente de Concepción

En un esfuerzo conjunto y espíritu solidario, después de nueve meses de planeación e implementación, este viernes fue inaugurada la Posada Milagrosa, al interior del Hospital Guillermo Grant Benavente (HGGB) de Concepción, un espacio de acogida a personas mayores y a familiares de pacientes que provienen de lugares apartados y que carecen de los medios para descansar.

En una sencilla ceremonia, que contó con la presencia del arzobispo de Concepción, monseñor Fernando Chomali; del Vicario Episcopal de la Pastoral Social, presbítero José Cartes; del director del HGGB, Dr. Sergio Opazo Santander;  del sacerdote Yuliano Viveros de la parroquia san Agustín, gestor de la iniciativa, se realizó el rito de bendición e inauguración, en la dependencia ubicada en el primer piso del bloque antiguo del establecimiento y a un costado de la pequeña capilla que funciona, en ese sector.

Para financiar este proyecto se contó con aportes provenientes de la Vicaría de Pastoral Social del Arzobispado de Concepción, a través de la campaña anual de Cuaresma de Fraternidad, de feligreses de la parroquia san Agustín y del HGGB.

El Arzobispo manifestó que “esta es una buena noticia para los familiares de los enfermos, que pueden contar con este lugar, donde hay calor de hogar durante el día y, en la noche, puedan ir al albergue Padre Ángel Jiménez (Casa Betania). Esto es lo nuestro,  lo propio de la Iglesia, estar atentos a las necesidades de las personas que más sufren, que no tienen más posibilidades que arrimarse a la buena voluntad de otros, en este caso de nosotros, que nos movemos por la fe”.

Durante la bendición, Monseñor Chomali, al reflexionar sobre el evangelio y la parábola del Buen Samaritano, indicó que “esta es la mejor isapre, la isapre del amor y es el camino que debemos seguir y que la Iglesia de Concepción emprendió hace 454 años en su historia de servicio que nos conmueve. Llevo seis años como arzobispo y quedo admirado del impulso misionero que tiene la Iglesia. Este proyecto es muy hermoso y surge al detectarse una necesidad. El Papa nos dijo que no quería más la palabra “habríaqueísmo” (habría que…). Hay una sala desocupada, hay voluntades, necesidades y las dificultades se superan y el resultado es uno solo: personas que antes estaban en un lugar inhóspito encuentran ahora un lugar cómodo”.

Agregó que muchas veces cuando se quieren emprender proyectos,  variados y hermosos, siempre se dice no hay dinero. “La verdad es que prefiero espíritu, fuerza, empeño, pulga en el oído, a plata sin voluntad, porque la plata sin voluntad termina en corrupción. Cuando hay esfuerzo, las cosas se hacen, Dios provee, porque cuando Dios quiere dar a la casa viene a dejar”.

Valoró el vínculo de la Iglesia con el HGGB y lamentó que se haga mucha crítica. “Me duele cuando se critica al hospital. Siempre hay problemas y los hay en todas partes, pero tenemos que ayudarnos entre todos, para que sea un lugar de esperanza”, subrayó.

El padre Yuliano Viveros manifestó que el lugar se denomina “La posada milagrosa, un remanso de paz y amor, con calor de hogar” y que prestará un servicio diario desde las 08:30 y hasta las 15:00 horas. “La idea es ir haciendo turnos de cada una hora, lo que nos permitirá dar atención a un promedio de 25 personas, en cada turno. Se les dará un servicio de café, sándwich, pero al mismo  tiempo se ofrecerá la posibilidad de la contención espiritual, con el apoyo del Taller de la Esperanza, confesiones, acompañamiento con religiosas y se  ofrecerá catequesis para quien la solicite”, dio a conocer, haciendo notar que “esta es la conclusión de un proceso y fruto de muchas voluntades que han convergido en esta acción solidaria, que va en beneficio de los enfermo.

Recordó que es importante el apoyo y servicio del voluntariado de la  Pastoral de la Salud, en conjunto con las damas de color y, las religiosas que acuden al hospital.

El director del HGGB, Dr. Sergio Opazo, agradeció la presencia del arzobispo y el apoyo de la Iglesia local y planteó que “sin duda que el derecho a la salud, después del derecho a la vida, es lo más importante en los derechos del ser humano; no  porque hayan otros derechos importantes, pero los otros no se pueden ejercer cuando uno no tiene salud. Puede tener trabajo hasta dinero, pero sin salud, eso vale poco”.

Expresó que “para quienes trabajamos en Salud, nos hace sentirnos orgullosos y benditos de poder trabajar en la persona desde que se gesta, al igual que esta posada  que es como un niño que nace fuerte y robusto. Por lo tanto, es muy importante poder entregar este servicio a los que más nos necesitan, al 80% de la población que llega a este hospital,”.

Karen Rojas Contreras, jefa del Servicio Social del Hospital, añadió que el establecimiento no dudó en apoyar esta iniciativa, porque se enmarca en la política del “buen trato” al usuario. “Es una necesidad que detectamos y se trata de humanizar el trato en salud. Tenemos muchos usuarios, porque somos un hospital de alta complejidad, que nos derivan pacientes de todo el país. Entonces, el desafío es que esos usuarios tengan la mejor atención posible y eso no sólo en la parte de salud, sino también acogerlos, darles un café un sándwich, porque muchos son usuarios que no tienen ni siquiera dinero para comprarse esto y pasan todo el día acá”, concluyó.

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