Falta de institucionalidad del nivel de un Ministerio del Mar genera problemas y peligros

No está actualizada a las tecnologías actuales la normativa de dotación de los pontones por lo que,  el sur, podría ocurrir incendios, derrames, contaminación,   sin que haya a bordo personal capacitado para reaccionar a emergencias dichas.

Un peligro extremo para la vida humana, el medio ambiente y  la economía, representa uno solo de los problemas que está provocando en el país que no haya una institucionalidad central única, que debería ser el Ministerio del Mar, que regule todas las actividades que se generan desde la línea de más baja marea hacia el mar.

El riesgo nace de que no está actualizada a las tecnologías actuales la normativa de dotación de los pontones por lo que,  los que están instalados para la acuicultura en el sur del país, podrían causar incendios, derrames, contaminación y más, debido a que no hay a bordo personal capacitado para reaccionar a emergencias de ese nivel.

Los pontones eran antiguamente una plataforma sencilla desde la que se surtía de petróleo y víveres a las naves. Hoy son superestructuras con bodegas de químicos, con estanques de petróleo, gasolina, dotadas de motores generadores de gran poder.

“Han ocurrido incendios y los pontones se han hundido por falta de gente capacitada para trabajar a bordo. Una norma que obligue a adecuar las dotaciones a la realidad de esos artefactos abriría, de paso, fuentes de empleo a tripulantes, patrones, motoristas. Son profesionales de ese nivel los que trabajan, en general, en los pontones de San Vicente, Talcahuano, pero es urgente que la autoridad marítima ordene la actividad en el sur”, dijo Eric Riffo, presidente del Sindicato de Oficiales Motoristas.

Eric Riffo Informó que estos pontones además de hidrocarburos manejan a bordo el líquido que genera el ensilaje de salmones muertos, que es tóxico, y suele haber alrededor de 30 mil litros de petróleo en cada uno lo que da la señal del daño ecológico que causaría un incendio con derrame, por ejemplo.

José Maldonado,  tesorero del Sindicato de Oficiales Patrones y Hugo Roa, presidente del Sindicato de Tripulantes concordaron con Riffo: ”las costas de Chile son la puerta de entrada y salida del desarrollo nacional y el Estado debe tener institucionalidad para mirar esos temas de forma integral no como ocurre ahora que prácticamente todo está en manos de una institución de las Fuerzas Armadas, autoridad marítima, sin participación activa del mundo civil”.

Los dirigentes del sector embarcado criticaron la forma como se aprobaron las Enmiendas al Convenio de Manila, que se están poniendo en ejecución en estos momentos, porque la Dirección de Territorio Marítimo resolvió como siempre hace, por sí y ante sí.

Otros problemas

Un ejemplo es el Decreto 90 que el sector naviero lleva 10 años tratando de modificar porque contiene errores como un artículo  que  señala un motorista primero para ascender a ingeniero tercero debe tener 24 meses de trabajo en una embarcación superior a tres mil Kw, pero el artículo siguiente ordena que un motorista primero no podrá ser jefe de máquina en embarcaciones de tres mil Kw. Por otro lado, la tecnología avanza sin pausas y los motores son cada vez más pequeños y de mayor potencia por lo que las naves han ido reemplazando los antiguos motores por modernos y el motorista de a bordo es el mismo.

Hay otros problemas como que Chile no suscribe el Convenio STCW-F  aunque está aprobado como propuesta desde el ´78. Falta Reglamento para la Acuicultura, hay que normar el tema de conectividad en el sur, entre otros temas que una Subsecretaría no alcanza a resolver por falta de capacidad logística, técnica, recalcó Maldonado. Un ministerio lo podría realizar.

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