Además de ser un sitio fundamental para varias especies amenazadas, el área protegida forma parte de redes de investigación donde se monitorea el impacto del cambio climático.
El Gobierno firmó este martes el decreto que crea el Parque Marino Islas Diego Ramírez–Paso Drake en la Región de Magallanes y Antártica Chilena. Esta nueva área protegida abarcará una superficie de 144.390 km2 y resguardará las islas Diego Ramírez, una porción crítica del talud continental y los grandes montes submarinos de la zona. De esta manera, Chile se convertirá en la cuna del parque marino más austral de continente americano.
El parque marino es un hito para la conservación subantártica ya que protegerá ecosistemas clave para especies amenazadas, así como al Sars o “Everest del Drake”, el mayor monte submarino entre Sudamérica y la Antártica. “La propuesta científica y técnica que desarrollamos con diversas instituciones concilia la conservación con la pesca artesanal, el turismo y estudios científicos de largo plazo”, señaló Ricardo Rozzi, investigador de la Universidad de Magallanes (UMAG), del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) y director del Programa de Conservación Biocultural Subantártica.
El archipiélago Diego Ramírez es uno de los últimos lugares prístinos del mundo debido al bajo impacto humano, y constituye un área de alimentación, reproducción y refugio para una gran diversidad de algas, moluscos y vertebrados amenazados, como el albatros de cabeza gris (en peligro de extinción), el pingüino de penacho amarillo (vulnerable) y el pingüino macaroni (vulnerable). La mayor colonia reproductiva del albatros de cabeza gris de Chile y la mayor colonia del pingüino de penacho amarillo en el planeta viven en el archipiélago.
Además, Rozzi precisó que las islas Diego Ramírez representan un sitio importante para la investigación científica en Chile y el mundo, ya que desde ahí se monitorea el impacto del cambio climático sobre la biodiversidad marina y terrestre del extremo sur del continente. Por esta razón, la zona forma parte de la Red Chilena e Internacional de Estudios Socio-ecológicos y Ecológicos de Largo Plazo (LTSER-Chile e ILTER, respectivamente).
“La fundamentación científica para crear el parque es fruto de 18 años de investigación desarrollada por el Programa de Conservación Biocultural Subantártica, coordinado por la UMAG, el IEB y la Fundación Omora, en colaboración con la Universidad de North Texas (Estados Unidos). Este nuevo parque garantiza la gestión sustentable del área, lo cual se trabajará junto a la Municipalidad de Cabo de Hornos, la Armada de Chile, el Gobierno Regional y Provincial, y el sector público y privado, para generar un modelo que armonice la conservación con las actividades económicas que se desarrollan en el lugar”, indicó Andrés Mansilla, vicerrector de Investigación y Postgrado de la UMAG.
A la celebración del decreto se sumó la red Patagonia Mar y Tierra – integrada por nueve organizaciones de conservación, investigación y educación – la cual calificó la creación del parque como un importante paso para la construcción de un futuro sustentable en la ecorregión subantártica de Magallanes, y reiteró su compromiso con las iniciativas que posicionan a Chile en el liderazgo mundial en conservación.
“Ahora tenemos el desafío de implementar un plan de gestión participativo, que involucre a todos los actores y que garantice la administración del parque en el largo plazo con un modelo innovador que supera las trincheras entre la conservación y el desarrollo económico”, sentenció Rozz.
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