Un grupo de parlamentarios están respaldando y presentando una iniciativa que busca entregar las herramientas necesarias a las policías para la realización de un narcotest in-situ a los conductores y en los controles preventivos que realiza Carabineros de Chile para detectar a quienes conducen bajo la influencia de sicotrópicos y estupefacientes.
Si bien es cierto en Chile no existen estadísticas o mediciones en cuanto al número de casos ocurrido al respecto, sí existe coincidencia en que es necesario efectuar controles periódicos que permitan disminuir los riesgo de accidentabilidad, señala el diputado Harry Jürgensen. quien destacó la labor que está realizando el ejecutivo en sintonía con el legislativo en la discusión de iniciativas de este tipo.
Actualmente la ley contempla medidas sancionatoria para quienes conduzcan bajo los efectos de estupefacientes y sicotrópicos pero no contempla las herramientas, recursos y fondos para el control respectivo, de allí la importancia de esta iniciativa, indica Jürgensen.
Para el parlamentario la iniciativa permitiría fortalecer la labor que actualmente está realizando la Comisión Nacional de seguridad del Transito( CONASET), el Servicio Médico Legal (SML), el Servicio de prevención de uso de drogas y Alcohol (SENDA), el Ministerio de Salud y Carabineros de Chile con el establecimiento de protocolos adecuados, pero además entrega la posibilidad de efectuar los estudios de costos y asignación de recursos para su implementación efectiva. Recursos que serían incluidos en el presupuesto 2019 según indica la presentación efectuada.
Antecedentes generales
Los estudios presentado a nivel mundial por organismo como el National Institute on Drug Abuse (1) de Estados Unidos indican que el efecto de las drogas varía de acuerdo al tipo de sustancia consumida. Tal es el caso de la marihuana, que puede ralentizar los tiempos de reacción del conductor, disminuyendo la concentración y afectando la percepción de los tiempo y distancia en sus desplazamientos y en la toma de decisiones.
Por su parte, las drogas más duras como la cocaína o las metanfetaminas pueden producir efectos diametralmente opuestos, aumentando los niveles de temeridad, agresividad y exceso de confianza, poniendo en riesgo no solo al conductor y su vehículo, sino afectando a terceros.
En cuanto a otro tipo de drogas, como las benzodiacepinas o medicamentos entregados por prescripción médica, pueden causar mareos y sueño, afectando de igual forma la calidad de la conducción .
Todas situaciones altamente complejas y que podrían significar un riesgo para quienes circulan por la vías públicas del país haciendo más que necesario implementar este tipo de medidas que permitan prevenir, controlar, detectar y sancionar cuando corresponda, señaló el parlamentario.
(1) mayor información en http://www.drugabuse.gov/publications/drugfacts
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