“Lamentamos la muerte de dos personas en este accidente. Se trata de una situación gravísima. Es evidente que existe un serio problema de seguridad y fiscalización. Tenemos 900.000 salmones tóxicos escapados, un barco que se está reflotando y ahora dos muertos por un nuevo hundimiento. Es inaceptable y por eso esperamos una respuesta rápida y severa por parte de las autoridades”, señaló Estefanía González, coordinadora de océanos de Greenpeace.
Como “una preocupante e inaceptable serie de emergencias” calificó Greenpeace el hundimiento esta madrugada, en la zona de Queilén, en Chiloé, de la barcaza Art-Rigov, donde murieron dos de sus tres tripulantes.
“Lamentamos la muerte de dos personas en este accidente. Se trata de una situación gravísima. Con preocupación vemos que, una vez más, protagonista de esta emergencia y tragedia es un buque vinculado con las actividades salmoneras. Lo más grave es que se ha hundido anclado apenas a unos metros del muelle. La pregunta entonces es: ¿cuál es el tipo de seguridad que tienen estas embarcaciones en sus navegaciones por las aguas de la zona? Es evidente que existe un serio problema de seguridad y fiscalización. Tenemos 900.000 salmones tóxicos escapados, un barco que se está reflotando con desechos en su interior y ahora dos muertos por un nuevo hundimiento. Es inaceptable y por eso esperamos una respuesta rápida y severa por parte de las autoridades”, señaló Estefanía González, coordinadora de océanos de Greenpeace.
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