“Acotar las brechas de trato que separan a hombres y mujeres desde la propia Constitución es una meta que debe abordarse en la actual agenda legislativa”, sentenció hoy el diputado por Los Ríos Bernardo Berger (RN), ello a propósito del proyecto de ley que se discute al interior de la Cámara Baja, y que establece el deber del Estado de promover la igualdad de derechos y dignidad entre mujeres y hombres.
La iniciativa en su primer trámite constitucional, conforme al texto despachado por la Comisión de Constitución, establece que “es deber del Estado respetar y promover la igualdad de dignidad y derechos entre mujeres y hombres, prohibiéndose toda forma de violencia, abuso o discriminación arbitraria”.
Además, se introducen precisiones en lo referente a las garantías constitucionales para, por ejemplo, definir que será “deber del Estado evitar e impedir toda forma de violencia contra la mujer, abuso o discriminación arbitraria” o para efectuar alcances en materia de libertad de enseñanza; libertad de trabajo y su protección; admisión a todas las funciones y empleos públicos; derecho a la seguridad social; y libertad para adquirir bienes.
Al respecto Berger señaló que “acotar las brechas de trato que separan a hombres y mujeres desde la propia Constitución, es una meta que debe abordarse en la actual agenda legislativa. Por ello es que esta reforma me parece del todo pertinente y necesaria para adecuar el texto constitucional al devenir de los tiempos”.
El parlamentario agregó que históricamente los cuidados de la familia y los hijos han estado principalmente a cargo de las mujeres; estadísticamente las mujeres destinan 5,89 horas promedio diarias al trabajo doméstico y al cuidado de otros miembros de la familia, mientras que los hombres destinan 2,74 horas promedio a nivel país.
“Y resulta que a pesar de esto, hoy en día son muchos los hogares que tienen a mujeres como jefas de hogar, y con la responsabilidad de aportar económicamente a sus familias en una sociedad que claramente discrimina a la hora de poder acceder a fuentes de trabajo, así como para fijar remuneraciones, y todo en un país en donde la participación laboral de las mujeres está muy por debajo del promedio de los miembros de la OCDE”, finalizó.
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