Con profunda preocupación reaccionó el alcalde de Osorno, Jaime Bertin, a la información emanada desde el Gobierno Regional que afirma que parte de los desechos orgánicos que estaban almacenados en el siniestrado barco Seikongen, que resultó hundido en Chiloé y que tras ser reflotado está anclado en Calbuco, serían traídos a la comuna.

Según habría informado el Intendente Regional, Harry Jürgensen, a los miembros del Consejo Regional en la última sesión del organismo, se trataría de los lodos derivados de la descomposición de las 44 toneladas de pescado sacados del barco, lodos que serían traídos a Osorno para ser dispuestos en una planta privada de recepción de residuos ubicada en el kilómetro 6 de la ruta U-400.

El alcalde Jaime Bertin dijo que “nos parece tremendamente preocupante que el Intendente haya confirmado esta noticia y nosotros ni siquiera tengamos información oficial emanada desde el Gobierno Regional. No son 2 o 3 pescados, son decenas de toneladas de material en descomposición y no sabemos cuál va a ser el destino de este cargamento. Como municipio de Osorno estamos haciendo un tremendo esfuerzo en materia medioambiental en todo ámbito y creemos que esto va en el sentido absolutamente contrario”.

El edil lamentó que la comuna “sea la última en enterarse de una decisión que la afecta directamente. Nosotros tenemos el vertedero de Curaco, que está muy cerca, virtualmente colapsado y aunque esto vaya a un terreno particular cercano, el impacto ambiental que puede tener sobre el entorno es de verdad preocupante”.

Cabe mencionar además que los vecinos del sector de Curaco han realizado una serie de manifestaciones en la calzada de la ruta U-400 en los últimos años para protestar por el funcionamiento de la citada planta en el sector, lo que –a juicio de los vecinos- ha contaminado napas subterráneas y el estero que pasa por el sector, además de contaminar el aire con un fuerte olor a desechos orgánicos.

0 lecturas