Tras un continuo monitoreo del Instituto de Fomento Pesquero al estado reproductivo de la biomasa de sardina común y anchoveta disponibles en la macrozona V- X regiones, se determinó la apertura de la segunda temporada de captura en la Región del Ñuble, de estas especies pelágicas, es decir, peces de superficie, que se destinan principalmente a la elaboración de harina y aceite de pescados.
Desde Sernapesca informaron que por ahora se pueden desarrollar actividades extractivas en la zona costera del Ñuble, y que de acuerdo al próximo monitoreo que realiza el IFOP, se evaluará la próxima apertura correspondiente a la zona de extracción correspondiente al Biobío. “Como el maritorio de Ñuble fue considerada zona contigua, no hay impedimento para que la flota pelágica artesanal de Biobío capture allá, además, la nueva región de Ñuble no registra embarcaciones autorizadas para captura de sardina y anchoveta”, indicó Liz Zamora, directora regional (s) de Sernapesca.
Junto a ello, el Seremi de Economía del Biobío, Mauricio Gutiérrez, destacó el efecto positivo que esto tiene para la vecina Región. “Tiene un impacto económico al generar empleo y movimiento del sector pesquero artesanal de cerco. Este impacto por cierto, -que es menor a la primera etapa- porque estos son los rezagos del stock de pesca permisible dentro del año, pero no obstante aquello, igual dinamiza la economía, genera trabajo para las empresas, embarcaciones y movimiento en nuestra gran flota artesanal”, subrayó Gutiérrez.
El organismo fiscalizador, recordó que el saldo disponible de cuota de pesca para la flota artesanal del Biobío, es de 26.833 toneladas efectivas, de un total anual asignado de 246.555 toneladas, es decir, este saldo representa un 10.9% de la cuota anual asignada.
Zamora agregó que Sernapesca mantendrá controles permanentes en todos los puntos de desembarques establecidos, y además, se mantendrá la certificación de toda la flota artesanal para llevar un riguroso control del saldo de la cuota de pesca y certificación de especies, evitando así el subreporte, una práctica que afecta a la conservación de los recursos y la sustentabilidad de la pesquería.
Si bien la flota artesanal pelágica en Biobío habilitadas en esta pesquería es de alrededor de 700 embarcaciones, en el primer periodo operaron entorno a 400 embarcaciones, y los desembarques principales se registran en las caletas Lo Rojas de Coronel, Talcahuano, San Vicente y Lota Bajo.
Las capturas del sector artesanal son compradas por la industria pesquera, las que finalmente son destinadas a las plantas de reducción, para el procesamiento de harina y aceite, producto que posteriormente es comercializado tanto en el mercado nacional y en los diversos mercados internacionales, principalmente asiático.
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