Incendios forestales en La Araucanía y Biobío ponen en riesgo a empresas contratistas forestales

Ya son 53.000 las hectáreas incendiadas, siendo las más afectadas las regiones de Biobío y La Araucanía en las que se concentra el trabajo de cerca de 250 empresas contratistas forestales.

Cinco empresas contratistas forestales que son parte de la asociación gremial, ACOFORAG, están en riesgo real de quiebra y otras cinco ya han cerrado definitivamente debido a las consecuencias de años de ataques incendiarios a los que se suman los efectos de los incendios de la temporada 2017- 2018 y los de las  últimas semanas que se combaten en las principales regiones forestales del país.

René Muñoz Klock, gerente de la Asociación de Contratistas Forestales AG, ACOFORAG, explicó “tenemos cinco empresas que ya han quebrado o que están cambiando de giro o yéndose del sector y para nosotros esto es preocupante y por eso necesitamos que, en conjunto, el sector forestal comience a defenderse.” Agregó que otras cinco empresas ya han quebrado definitivamente por estos efectos que hacen inviable el funcionamiento de ellas. “Sin duda que los incendios forestales producen una reducción y pérdida de producción y como consecuencia una pérdida de facturación que influye directamente en la caja y flujo de cada uno.” Además, ejemplifica que los siniestros de 2017 generaron “la pérdida de bosques por toda una generación y donde no se podrá volver a trabajar en 10 o 15 años más.”

Según los resultados del estudio de disponibilidad de pino y eucaliptus en la Región del Maule realizado por Infor y dado a conocer recientemente, se establece que hay una reducción en un 30% del potencial productivo, al consumirse 127 mil hectáreas de plantaciones en esa región. “Es todo un ambiente que va en contra de las empresas de servicios forestales y que debemos tratar de evitar,” agregó Muñoz.

Dentro de las causas del cierre de estas empresas están también los 121 atentados incendiarios que han afectado a empresas del gremio desde 2014 a la fecha. Episodios de violencia que han significado la destrucción de 388 equipos y pérdidas económicas por $43 mil millones.

Al ser consultado sobre la ocurrencia de nuevos atentados en los últimos días, Muñoz explica “desde la muerte de Camilo Catrillanca se habían hecho más frecuentes, pero desde que se implementó el estado de excepción por catástrofe, no hemos tenido atentados en las faenas forestales, pero lamentablemente se ha trasladado a los agricultores”.

Muñoz estima que solo una vez que concluya el período de incendios se podrán cuantificar “las pérdidas inmediatas y las que son de mediano y largo plazo”, lo que dependerá de la edad de cada bosque destruido. También destaca que si bien no ha habido pérdidas humanas ni de equipos en las faenas a causa de los incendios, “sí muchas empresas se han tenido que retirar para no exponer a su personal ni sus maquinarias”.

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