Cómo las pymes pueden impulsar sus ventas en estos tiempos de crisis

Por Mauricio Contreras, director de las carreras del área de Administración de Santo Tomás.

Es fundamental conocer y entender las necesidades del cliente y saber qué atributos deben tener los productos y/o servicios, a fin de poder satisfacerlos adecuadamente. Para entender esto es importante reconocer que, si bien una crisis es un proceso de inversión excesiva y equivocada, existen maneras de sobrellevarla sin caer necesariamente en la quiebra.

Cuando las inversiones son ajustadas al ahorro y a la demanda de las personas, hablamos de inversiones acertadas y, por ende, todo lo que se produce se vende sin problemas. Pero como sabemos que ninguna empresa se escapa de esta realidad, las crisis se convierten en una etapa más que superar por parte de los emprendedores.  

Para salir de ella, las inversiones o deudas deben ser pagadas y reemplazadas por decisiones nuevas y mucho más acertadas, pues vivir el proceso de una crisis es algo muy duro que afecta tanto a la sociedad de la empresa como a quienes forman parte de ella, una situación que viene acompañada por lo general de despidos y el cierre definitivo de la empresa, un fenómeno no ajeno a nuestro país.

En este contexto, las pymes pueden convivir en un escenario ocasionalmente hostil si no se maneja la crisis con estrategia y mucha paciencia. Lo más conveniente es aprender a reinventarse y fomentar la imaginación en estos tiempos, buscar más y tener nuevas oportunidades que permitan adaptarse a nuevos escenarios.

Esto es clave, porque en estos momentos es necesario dejar espacio a la imaginación para destacar y seguir adelante en distintos modelos de negocios.

Algunos de los efectos que trae consigo los tiempos de crisis y que generalmente evidenciamos en las pymes, es la disminución de sus ingresos, reducción del nivel de ventas o pérdida de clientes, dificultad para atraer nuevos clientes, el incumplimiento en los pagos y no poder dar respuestas a las obligaciones con trabajadores o proveedores.

Al juntar todas estas dificultades, se hace necesario ofrecer cosas nuevas, complementarse con otros productos y/o servicios y generar ofertas y promociones atractivas para ganar la atención de clientes nuevos, a la vez que se toma consciencia de reducir los gastos y ser más eficientes.

Lo ideal sobre los niveles de gastos, es observar los desembolsos innecesarios que efectúa la empresa para prescindir de ellos y buscar la manera de generar recursos para el ahorro. Para esto, tenemos que dejar de comprar cosas que no se necesitan, realizar adquisiciones planificadas que pueden tener una mejor demanda por parte de los consumidores, reducir las áreas de operación o compartir con otros, p/e: gastos de administración, mantenimiento, consumos básicos, entre otros.

Hoy en día, las pymes deben adaptarse a realidades que cada vez son más cambiantes y dinámicas, los clientes cada vez están más informados, empoderados y exigentes en lo que deciden al momento de comprar o a quien comprar. Conocer los cambios del mercado, planificar objetivos en distintas realidades, pensar que en tiempos de crecimiento es clave, además de ahorrar y replantearse la forma en que se hacen las cosas para salir a flote y no quedarse en el camino.

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