En una caja hermética se introdujeron muchos recuerdos en torno a la carrera, con saludos de estudiantes, docentes y administrativos, que dejaron escritos en tarjetas y mensajes audiovisuales incorporados en un celular.
Un álbum de fotos, planos del edificio nuevo, una ficha del primer alumno que ingresó a la carrera, un equipo antiguo de laboratorio, un celular con fotos y videos con saludos, fueron algunas de las cosas que se llevó la cápsula del tiempo, con la que la Escuela de Ingeniería Civil de la Universidad del BÍO-BÍO (UBB), celebró sus 25 años de vida.
Más de 70 alumnos, docentes, administrativos e invitados, participaron en una ceremonia que incluyó la idea de llenar con recuerdos una caja hermética que se enterró en el ingreso del edificio del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la UBB y que será abierta en el 2044, para los 50 años de aniversario de la carrera.
El rector de la Universidad del BÍO-BÍO, Mauricio Cataldo, dijo que “es una idea muy original, ya que con esto se deja un mensaje para las futuras generaciones del país y se plasma el momento actual de la carrera, sellando el compromiso que tenemos que tener con las futuras generaciones, principalmente en el tema medioambiental, que sin duda es un punto que debemos enfrentar y resolver”.
Por su parte, el director de la Escuela de Ingeniería Civil de la UBB, Álvaro Suazo, señaló que “esperamos que en 25 años más se pueda abrir la cápsula del tiempo y las futuras generaciones puedan recibir los saludos que se están enviando con mucho cariño”.
Recuerdos para la cápsula
Cada invitado escribió un saludo y dejó un registro audiovisual en un celular, que luego fueron introducidos en la cápsula del tiempo antes de ser enterrada. La zona demarcada fue destacada con una placa, que advierte abrir para el cincuentenario de la carrera en el 2044.
El director del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental, Patricio Álvarez, manifestó que “esta actividad es un hito que nos mueve para estar 25 años más, con al misión de formar personas comprometidas con los desafíos del territorio, las necesidades de la industria y la comunidad, donde nuestro rol es garantizar que ese flujo de profesionales se va a sostener en el tiempo”.
La egresada de Ingeniería Civil UBB, Valentina Adriazola, dijo que “es un desafío muy grande, porque cada vez que vamos evolucionando y cambiando, nuestra carrera también se debe ir adaptando a las demandas sociales, constructivas y mediambientales, ya que es nuestra responsabilidad dejar algo a los estudiantes en el futuro, para que mantengan la misma postura como ciudadanos conscientes por su carrera”.
“En la cápsula dejé un recuerdo que tiene relación con lo lindo que ha sido la carrera, porque he conocido grandes personas, muy buenos amigos y excelentes docentes, por lo que estoy agradecido de haber entrado a esta universidad, la que ha sido muy especial”, concluyó Esteban Segovia, alumno de Ingeniería Civil UBB.
Cristian Chandía Rebolledo
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