El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Puerto Montt condenó a Marcos Adán Bahamondes Nempu a las penas de 10 años y 15 años de presidio efectivo, como autor de los delitos consumados de abuso sexual calificado e incendio en lugar habitado, respectivamente. Ilícitos perpetrados en abril del año pasado, en la comuna de Fresia.

En fallo unánime, el tribunal –integrado por los jueces Rosario Cárdenas Carvajal (presidenta), Patricia Miranda Alvarado (redactora) y José Bustos Valenzuela– aplicó, además, a Bahamondes Nempu las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras duren las condenas.

El tribunal, además, dictó la prohibición al condenado de aproximarse a la víctima y de visitar el domicilio de la ofendida y de su familia, el lugar de trabajo o el establecimiento educacional de la víctima por el término de 10 años, siguientes al cumplimiento de las penas.

Una vez ejecutoriado el fallo, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado, para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.

El tribunal dio por acreditado, más allá de toda duda razonable, que alrededor de las 7.50 horas del 19 de abril de 2018, Bahamondes Nempu ingresó al domicilio de la víctima ubicado en el sector rural de Pichi Maule, en el sector de Tehualda, en la comuna de Fresia y “en circunstancias que ésta ingresaba a su dormitorio, la tomó de improviso por la espalda, la abrazó y tapó su boca, produciéndose un forcejeo entre ambos, luego le tapó el rostro y la amarró de manos usando una pantimedia y contra su voluntad, la despojó de su ropa interior” y abusó sexualmente de la víctima, “quien resultó entre otras lesiones con eritemas en ambas muñecas”.

Mientras la víctima se encontraba “aún maniatada en el dormitorio, BAHAMONDE NEMPU cubrió su cuerpo con ropas y un colchón, y con ánimo de darle muerte, encendió fuego a la casa habitación, conociendo la circunstancia de encontrarse la víctima en el interior del mismo, iniciando un incendio para luego huir del lugar”, logrando la víctima “zafarse de las amarras y huir del domicilio, el que resultó totalmente destruido por la acción del fuego”.

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