Cerca de 270 veteranos de conflicto de 1978 con Argentina fueron condecorados por el senador Chahuán

También se lanzó el libro “1978. Tempestad en el Beagle: voces de los soldados de la paz”, con un foco en el testimonio de lo que día a día vivieron en la incertidumbre de las trincheras.

Este viernes, en Estancia Río de Los Ciervos, se desarrolló un acto de homenaje a cerca de 270 veteranos del conflicto del Beagle de 1978 por parte del senador Francisco Chahuán, con presencia de la senadora Carolina Goic y el gobernador Homero Villegas.

En la ocasión se entregó una condecoración a los veteranos asistentes, la que consistió en una medalla diseñada por Arturo Contreras, suboficial en retiro que estuvo desplegado en Pampa Guanaco.

El parlamentario explicó que en la ocasión se buscó “poder entregar una condecoración como un reconocimiento que no les ha hecho el Estado a las distintas ramas de las Fuerzas Armadas”. “A nosotros no se nos olvida tampoco Carabineros, por eso era tan importante para nosotros poder destacar el ejemplo para las nuevas generaciones a los hombres que estaban dispuestos a dar su vida si fuese necesario, pero además transmitir que los países que no conocen su historia están condenados a repetirla”.

También se presentó el libro “1978. Tempestad en el Beagle: voces de los soldados de la paz”, el que recoge diferentes testimonios de veteranos del conflicto, obra escrita por el cientista político Diego Piedra, el historiador Francisco Sánchez y el senador Francisco Chahuán.

Sánchez explicó que la idea de la publicación “surgió a mediados de a mediados de 2018 por iniciativa del senador Francisco Chahuán con el objetivo de hacer un acto de homenaje el 21 de diciembre del año antepasado y recopilamos 40 testimonios que tienen por objetivo hablar de una historia social, de las experiencias, más allá de las estadísticas, más allá de la frialdad de los metales, de las tuercas, de los cañones y darle un sentido de pasión y ética de aquellos que estuvieron dispuestos a dar su vida en 1978”.

Carlos Burnes, veterano que estuvo desplegado como paracaidista en 1978, relató que “el 22 de diciembre a las 8 de la mañana estábamos en el Aeropuerto de Los Cerrillos embarcados con nuestros equipos de combate y debido a la juventud uno no le tomaba el peso, uno es más temerario, pero cuando llegó el cura y nos hizo la misa en el hangar, comenzaron a funcionar los aviones y nos entregaron las placas identificadoras, en caso de que uno fallezca en combate, ese fue un momento muy difícil y ahí realmente supimos la real dimensión y supimos que Argentina firmó el decreto de guerra”.

Este acto se ha realizado en las ciudades de Arica, Iquique, Valparaíso, Santiago, Osorno y ahora en Punta Arenas, con el objetivo de hacer un reconocimiento en vida a quienes participaron en forma activa en uno de los procesos más complejos de las relaciones chileno-argentina.

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