Problemas para comer y hablar: las dificultades para el paciente post ventilación mecánica

Cuando una persona es conectada a respiración artificial, un tubo es introducido por su boca, este atraviesa la laringe y llega hacia los pulmones para entregar el soporte vital. Esta maniobra puede generar lesiones, causando disfunciones en la deglución de los alimentos y en el habla.  

Salir de la ventilación mecánica es un éxito terapéutico mayor, y en contextos como el que atravesamos actualmente, una noticia muy alentadora. No obstante, en muchos casos, los pacientes que reciben esta asistencia deben ser rehabilitados para recuperar funciones trastocadas debido a la intubación.

“Los pacientes que son intubados, generalmente, llegan con riesgo vital a los servicios de urgencia, por lo que el procedimiento se hace rápido para entregar a la brevedad el soporte ventilatorio, esto, sin una observación previa de la zona traqueal. Este motivo, sumado a las condiciones fisiológicas propias de la persona, generan que la maniobra provoque lesiones en la cavidad laríngea, donde están alojadas las cuerdas vocales”, explica Hugo San Juan, fonoaudiólogo experto en rehabilitación de la voz y académico de la Universidad San Sebastián (USS).

Los problemas derivados de esta situación pueden ser: la disfonía, la disfagia y algunas dificultades de orden respiratorio. “Todas estas disfunciones son tratadas por equipos interdisciplinarios de salud, pero en las dos primeras la rehabilitación fonoaudiológica es fundamental, debido a las herramientas terapéuticas que estos profesionales manejan”, señala San Juan.

¿Cuáles son las lesiones vocales más frecuentes tras el uso de ventilación mecánica?

  • La luxación o subluxación de las aritenoides, que son unas pequeñas articulaciones de las cuerdas vocales.  “Cuando esta estructura es dañada, existe un impedimento para que las cuerdas vuelvan a fonar, por tanto, se genera una relevante dificultad para hablar conocida como disfonía. Esta lesión también puede dificultar la deglución de los alimentos, o disfagia”.
  • La parálisis o paresia cordal. “Esta disfunción se genera por la presión que pueda ejercer el tubo de la ventilación en el nervio encargado de inervar las cuerdas vocales, dificultando el habla y la respiración, ya que no existe una correcta abertura de las cuerdas vocales para permitir la entrada de aire”.
  • Granulomas post-intubación. “Son masas en la parte posterior de las cuerdas vocales que generan diversas molestias y que deben ser extirpados a través de una cirugía. Posterior a ello, se inicia una rehabilitación fonoaudiológica”.  

“En algunos casos sólo existe una inflamación de la laringe, la que se soluciona de forma espontánea. Para situaciones más complejas, se solicita una nasofibroscopia para explorar en detalle la cavidad que aloja las cuerdas vocales, examen que mostrará lesiones como las anteriormente descritas”, explica el experto.

La duración de la terapia de rehabilitación fonoaudiológica dependerá de cada paciente y de la lesión a tratar. “Por dar un ejemplo, cuando estamos frente a un caso de parálisis de las cuerdas vocales proponemos 8 sesiones distribuidas a lo largo de dos meses, sin embargo, todo se va evaluando en el camino. La idea es seguir líneas terapéuticas que contribuyan a mejorar la calidad de vida en el corto plazo, pero que sean efectivas”, concluye el fonoaudiólogo.

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