Dentro de los requisitos para la postulación se encontraba la inclusión de elementos arquitectónicos presentes en el territorio, incorporar costumbres de sus residentes, contemplar el clima y la geomorfología del lugar.

El Concurso de Vivienda Rural 2021, culminó en una ceremonia en la cual fueron premiados los tres primeros lugares de entre un total de 36 propuestas para la elaboración de un modelo de casa que lograra integrar tanto las necesidades de las comunidades rurales, como preservar sus características culturales y de trabajo, todas ellas diseñadas por estudiantes de arquitectura de distintas universidades desde la Región del Maule hasta la Araucanía.

La iniciativa, propuesta por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, con la colaboración de la Corma, consistía en la presentación de un anteproyecto de vivienda rural unifamiliar para ser ubicada en Contulmo, Florida, Alto Biobío o San Rosendo, con propuestas innovadoras, pertinentes al territorio y a la forma de vida de los residentes.

Uno de los aspectos más llamativos del concurso era el desafío de la utilización de materiales de construcción sustentables, en especial sistemas constructivos industrializados en madera, métodos tradicionales en el mismo material y/o en materiales vernáculos, ya sea tierra, quinchas o fardos de paja, entre otros.

Al respecto, el gerente regional de Corma Biobío y Ñuble, Fernando Illanes señaló: “Fue muy satisfactorio ver la cara de los estudiantes y su felicidad, estamos agradecidos con ellos también porque entregaron una solución amigable con el medio ambiente basada en la madera, el único material constructivo que ayuda a fijar el carbono y ayudarnos a todos como sociedad y planeta a mitigar los efectos del cambio climático”.

El seremi de Vivienda y Urbanismo, Sebastián Abudoj, destacó la participación de las comunidades tanto en el diseño de lo presentado por los estudiantes, como la futura elaboración de estos: “Es un programa que permite que sean las familias las que decidan si quieren moverse a la ciudad o mantenerse en el sector rural.

Además significa más recursos, mayor flexibilidad, y en una alianza público-privada para que sea la sociedad civil, en este caso a través de las universidades y de los alumnos con su trabajo, los que nos ayuden en los tremendos desafíos habitacionales que tiene el país, entre ellos en generar más y mejores proyectos que estén en sintonía con las comunidades y que también nos permitan agilizar la gestión de los distintos proyectos habitacionales y llegar con soluciones, no sólo más oportunas, sino también más rápidas”.

El tercer lugar, correspondiente a un grupo de alumnos de la Universidad Autónoma de Chile, sede Temuco, elaboró la “Casa Rengo” para ser emplazada en Contulmo, el segundo puesto lo ocupó la estudiante Javiera Barría de la Universidad Mayor de la misma ciudad, creando la “Casa Quimche” para Alto Biobío. El primer lugar en tanto, se lo adjudicaron Thania Zagal, Pablo Ramírez, Suyin Salinas, Sebastián Sepúlveda e Israel Vera, todos pertenecientes a la Universidad del Biobío.

“Casa de la tierra”, ganadora de la iniciativa, se creó en base a la actividad productiva de Quebrada Las Ulloa en Florida, localidad con un clima mediterráneo, que se destaca por su tradición de artesanía en greda. La estructura de madera se mezcla con quinchas para preservar la cultura Pehuenche y brinda un espacio de exhibición para las piezas creadas por las familias. Como indica su nombre, la tierra es el material principal de la vivienda.

Suyin Salinas, una de las integrantes del grupo ganador manifestó su emoción por el reconocimiento: “Estamos super agradecidos, nunca pensamos que íbamos a llegar a esta instancia, agradecemos mucho que las ideas que propusimos y discutimos para llegar a este lugar se puedan visualizar aquí en el mismo Ministerio. Fue una experiencia super grata, bastante difícil, ya que hay que contabilizar más allá del tema de la vivienda, sino también pensar en una vivienda social que sea digna y además considerar que es rural”.

88 lecturas