Juzgado de Garantía reprograma audiencia de preparación de juicio a psicópata de Lebu

José Eliecer Jerez Sánchez abordó a la víctima cuando esperaba locomoción colectiva en un paradero del sector Pehuén de la comuna de Lebu, ofreciendo llevarla, junto con otra mujer, como “pasajera”. El asesino le dijo a C.R.G.V. que ella era la “víctima 26”, por lo que no podía quedar con vida. 

El Juzgado de Garantía de Lebu reprogramó la audiencia de preparación de juicio oral en contra de José Eliecer Jerez Sánchez, imputado por el Ministerio Público como autor de los delitos de secuestro con violación, homicidio frustrado y hurto. Ilícitos perpetrados en noviembre de 2019, en la comuna.

En la audiencia de preparación de juicio oral (causa rol 1.672-2019), el magistrado Manuel Pedreros Oñate acogió la solicitud de la defensa por existir una pericia pendiente y reprogramó la audiencia para las 09:00 horas del viernes 8 de abril próximo.

Según el persecutor, alrededor de las 7:20 horas del martes 12 de noviembre de 2019, la víctima, C.R.G.V., se encontraba esperando locomoción colectiva en un paradero, en el sector Pehuén de la comuna de Lebu, lugar en que se detuvo un automóvil conducido por el imputado, quien se ofreció a llevarla, oferta que C.R.G.V. aceptó al ver que en el asiento de atrás del vehículo iba otra “pasajera”.

La otra pasajera descendió del vehículo a la altura del cruce Curicó, lugar donde también la víctima intentó descender, lo que fue impedido por Jerez Sánchez, quien bajó el cierre centralizado del vehículo y le colocó un paño sobre la nariz y boca, que le hizo perder el conocimiento a la víctima.

El imputado condujo con la víctima inconsciente hasta un sector rural, cercano a la localidad de Los Cambuchos, donde descendió, arrastrándola hasta un sector boscoso, lugar donde le propinó golpes en diversas partes del cuerpo y, bajo amenaza de muerte, violó.

Tras la agresión, José Eliecer Jerez Sánchez le dijo a C.R.G.V. que ella era la “víctima 26”, por lo que no podía quedar con vida, procediendo a tomarla de cuello hasta hacerla perder el conocimiento. Al volver en sí, la joven se dio cuenta que estaba desnuda y que el imputado se había llevado su ropa, mochila y teléfono celular que portaba. Logró caminar varios kilómetros, siendo auxiliada por lugareños con quienes se encontró.

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