Acompañado por familiares y amigos, prestó juramento –este martes 23 de mayo- el nuevo ministro titular de la Corte de Apelaciones de Concepción, Waldemar Koch Salazar, quien asumió la vacante del exministro Jaime Solís Pino, quien dejó el Poder Judicial tras cumplir la edad límite para permanecer en el cargo.

La actividad, realizada en el salón de pleno del tribunal de alzada penquista, estuvo encabezada por la presidenta de la Corte de Concepción, Carola Rivas Vargas, además de ministros, jueces y funcionarios que quisieron acompañar al magistrado Koch Salazar en este importante paso profesional.

El ministro Waldemar Koch, es egresado de la Universidad de Chile y magíster en Derecho de la Universidad de Concepción. Inició su carrera judicial como secretario del Juzgado de Letras y Garantía de Curanilahue en enero de 1996. Luego, en agosto de 1998, fue nombrado juez del Juzgado de Letras y Garantía de Santa Bárbara. Tras ello, en noviembre de 2001, asumió como juez del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal (TOP) de Angol.

Después de tres años en la Región de La Araucanía, en mayo de 2004, fue nombrado juez del Juzgado de Garantía de Chillán. Posteriormente, en marzo de 2005, asumió como juez de Garantía de Concepción, cargo que mantuvo hasta marzo de 2012, cuando fue nombrado juez del TOP de la misma ciudad, en donde se desempeñó hasta la fecha, alternando esa función con suplencias en la Corte penquista.

“Este es el logro del objetivo que me propuse cuando ingresé al Poder Judicial. Siempre dije que quería llegar a ser ministro de esta Corte de Apelaciones, porque le tengo mucho cariño y agradecimiento porque aquí me formé y acá quiero terminare mi trabajo como juez. Hace tiempo quería dar este paso, por el que estoy muy contento y emocionado”, afirmó el ministro Koch.

El magistrado Koch valoró las diversas suplencias e interinatos que realizó en la Corte de Concepción como el mejor mecanismo para enriquecer sus conocimientos.

“Cuando uno trabaja en la Corte aprende mucho de todo. Aprende materias jurídicas que no ven su trabajo ordinario. Yo fui juez del sistema penal hace más de 20 años y aquí cada vez que vine aprendí muchas materias, los criterios, las formas de resolver de muchas cuestiones jurídicas que en un tribunal no vería”.

El ministro Koch agregó que: “Se aprende a trabajar en equipo, a resolver cotejando el conocimiento, reflexiones, ideas y, sobre todo, la redacción de los acuerdos es un aprendizaje permanente porque hay que consultar mucha jurisprudencia, hay que leer mucha doctrina y siempre hay que estar dispuesto a aceptar observaciones, agregados y correcciones que te hagan los colegas de la sala y eso, también, es crecer y aprender de los demás”.

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