Proteger la industria regional plantea gobernador Díaz tras cierre de planta de Huachipato

Ayer por la tarde, la gerencia de la Compañía Siderúrgica confirmó el término de esa línea de producción, lo que afectará a unos 150 empleos directos e indirectos.

Un poco auspicioso comienzo de año tiene la Región del Biobío en materia de puestos de trabajo, tras el anuncio del cierre de la planta de laminador de barras de la Compañía Siderúrgica Huachipato, que afecta a 60 empleos directos y a otros 90 de carácter indirecto, en medio de una grave crisis de la empresa y la solicitud de aplicación de salvaguardias ante la importación de acero chino y así evitar el cierre.

Son más de 2.000 las y los trabajadores pertenecientes a la industria de Talcahuano, cifra que se multiplica varías veces, al menos por 10, para calcular la afectación que tendría su eventual cese de faenas, tal como se ha denunciado desde hace unos meses y de manera reiterada entre trabajadores y directivos, considerando que en agosto pasado fueron desvinculados 64 personas. Además, la empresa reconoció pérdidas por US$1.000 millones desde el año 2009.

Al respecto, el Gobernador Regional, Rodrigo Díaz, lamentó esta nueva crisis laboral que afecta a la región. “La empresa Huachipato ha cerrado su planta de laminador de barras y eso es una mala noticia para la región, en especial para su vocación industrial, que le da el carácter a nuestra gente. Y si en meses pasados hemos perdido empleo en el mundo de los aserraderos y en el de la loza, ahora se suman los que provienen del mundo de la siderurgia. Y estamos, por lo tanto, en un problema que afecta al empleo de la región, pero también afecta a nuestro ADN”, explicó.

Respecto a las vías de solución, añadió que “creemos que se necesitan medidas que protejan a la industria regional. Los mejores trabajos para obreros de la región y para profesionales se dan en la industria, para lo que se requiere inversión y protección ante la competencia desleal. Y digo la industria y no sólo la empresa, porque la cadena de valor que tiene el mercado del acero en Huachipato, Molycop, Indura, Inchalam y en una serie de otras empresas, debe ser protegida”.

“Nadie debe – agregó – quedar fuera de esa protección, porque todas esas personas viven en la Región del Biobío y nuestro deber es ayudarlos, pero aquí necesitamos ayuda del Gobierno nacional. Por eso, aquellas medidas que se puedan disponer para proteger de la competencia desleal deben ser aplicadas y buscar sinergia también para darle un destino adecuado. Y respecto de los empresarios, también les pedimos que inviertan en la región. Nosotros queremos seguir siendo habitantes de una región de servicio, de una región industrial, de una región universitaria, el corazón de Chile”, concluyó.

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