Con motivo de abordar los desafíos que se ciernen sobre la actividad pesquera regional en el contexto de los recientes y notables cambios climáticos en el océano, científicos y expertos analizan sus potenciales impactos en la economía regional.
A raíz de los recientes cambios climáticos en el océano pacífico, que incluso provocaron manifestaciones por parte de pescadores artesanales de Biobío, se reunieron expertos y autoridades del ámbito pesquero para abordar los impactos marítimos en la actividad de pesca en la Región del Biobío.
El objetivo primordial de la reunión, encabezada por el seremi de Economía, Fomento y Turismo, Javier Sepúlveda, fue dialogar y recabar información esencial sobre la variabilidad ambiental y su influencia en la pesca regional.
Desde la academia participaron el investigador experto en oceanografía Dr. Hugo Arancibia; El director del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción, Dr. Marcus Sobarzo; el investigador en oceanografía de la Universidad de Concepción, Dr. Luis Cubillos; el investigador en economía de la Universidad de Concepción, Dr. Manuel Estay; así como también el director de Instituto de Investigación Pesquera (INPESCA), Aquiles Sepúlveda, y el jefe regional del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), Juan Olivares Cayul.
Mientras que del sector público estuvo presente Lilian Troncoso, jefa del Departamento de Pesquerías de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura; Milton Pedraza, director zonal de Pesca y Acuicultura Biobío – Ñuble y Ana María Fernández, directora (S) de Sernapesca Biobío.
Al respecto, el seremi de Economía, Fomento y Turismo, Javier Sepúlveda, destacó la relevancia de este encuentro. “Es fundamental comprender los cambios oceanográficos para implementar estrategias efectivas que aseguren la sostenibilidad de nuestra industria pesquera, que es un sustento importante para miles de familias en la región del Biobío”.
La autoridad regional explicó algunas de las conclusiones obtenidas en la reunión sobre diversos aspectos. “Se confirmó la existencia de variabilidad en los factores ambientales, influenciada por fenómenos climáticos como La Niña y El Niño. Esta variabilidad afecta la disponibilidad de recursos pesqueros frente a las costas regionales”, señaló Sepúlveda.
Por otro lado, se reconoció la falta de modelos predictivos exactos para anticipar la duración e intensidad de los cambios ambientales, lo que dificulta la gestión pesquera. Y se observó una tendencia a la normalización de la situación durante la transición entre los ciclos climáticos mencionados.
“En relación con la estabilidad relativa en pesquerías pelágicas, se precisó que, a pesar de leves retrasos en la disponibilidad de especies como la sardina y la anchoveta, no se evidencia una crisis en las pesquerías principales de la Región”, apuntó Sepúlveda.
Frente a ese tema, Luis Cubillos, del departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción, aportó que “desde el punto de vista del recurso y atendiendo a las cantidades de abundancia, el recurso no presenta un síntoma desfavorable, digamos, que nos permita decir que hay una crisis o que está agotado”.
Por otro lado, se informó que la carencia de información con fines académicos para investigar respecto de las características socioeconómicas de la población pesquera artesanal representa un obstáculo para la formulación de políticas públicas efectivas.
Al mismo tiempo, se subrayó la importancia de actualizar las herramientas de gestión pesquera para adaptarlas a la ciclicidad presente en las condiciones oceanográficas, asegurando una gestión más efectiva de los recursos pesqueros.
“En definitiva, esta reunión técnica representa un paso fundamental hacia una gestión más informada y oportuna de los recursos pesqueros en la región del Biobío, resaltando la necesidad de una colaboración estrecha entre todos los actores involucrados para enfrentar los desafíos presentes y futuros de la pesca regional”, concluyó Sepúlveda.
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