Análisis revela las razones detrás del aumento de los hogares unipersonales en Chile, destacando factores sociales, económicos y culturales que influyen en esta tendencia creciente.
La independencia, la búsqueda de autonomía y las circunstancias vitales emergen como los principales motores que llevan a más chilenos a optar por vivir solos, según el estudio.
La crisis urbano-habitacional en Chile es una problemática urgente que afecta a más de 2,2 millones de familias. En este contexto, los hogares unipersonales han surgido como un segmento significativo y en crecimiento, aumentando del 7% en 1990 al 19% en 2022. En este contexto Déficit Cero, en conjunto de la consultora Colaborativa, desarrollaron un estudio que busca profundizar en el perfil de estos hogares, quienes se han constituido como unipersonales tanto por elección como por circunstancias económicas y sociales, enfrentan problemas económicos significativos y una sensación de exclusión y abandono de las políticas públicas actuales.
Para enfrentar la alta demanda de vivienda social, es necesario desarrollar herramientas que apunten a diversificar la forma en que el Estado impulsa soluciones habitacionales. Para eso, es fundamental caracterizar está nueva demanda. Así nació el estudio cualitativo de hogares unipersonales, como una manera de profundizar en este perfil creciente: personas que por distintas razones viven solas
Uno de los hallazgos más importantes es que un número significativo de hogares unipersonales no tiene acceso a una vivienda adecuada, dado que no tienen soluciones desde el Estado al no cumplir los requisitos necesarios para la postulación a subsidios. A la fecha, solo algunos hogares unipersonales (adultos mayores, viudos, con discapacidad y otras excepciones) pueden postular al subsidio de arriendo.
El estudio, además, da luces de las razones y motivaciones que llevan a estas personas a vivir solas, así como sus condiciones socioeconómicas, preferencias habitacionales, y las estrategias que adoptan para resolver sus problemas de vivienda. De acuerdo al estudio, a nivel nacional hay 1.351.606 hogares conformados por una sola persona, de los cuales 576.371 (42,6%) necesitan algún tipo de apoyo estatal para acceder a una vivienda adecuada. En términos de género, los hombres representan el 62.5% de los hogares unipersonales, mientras que a nivel etario destaca la presencia de adultos mayores, quienes representan un segmento importante dentro de este tipo de hogares, llegando a un 39,3% a nivel nacional.
El análisis sostiene que los hogares unipersonales enfrentan desafíos como ingresos limitados, inestabilidad laboral y falta de políticas habitacionales adaptadas a sus necesidades. Además, destaca la diversidad de trayectorias habitacionales y la dificultad e informalidad que enfrentan estos hogares a la hora de arrendar, la única opción viable para muchos ante la imposibilidad de comprar una vivienda o acceder a un subsidio habitacional.
Cinco perfiles identificados
Dentro de estos hogares, se identifican cinco perfiles según los hitos vitales que los están marcando: jóvenes en emancipación, que buscan un buen trabajo y ahorrar para lograr su autonomía; adultos sin hijos, que esperan generar mejores ingresos para tener un mejor futuro y/o estudiar para acceder a un mejor trabajo; padres/madres separados/as, que buscan resolver su situación habitacional para asegurar su futuro y tener un lugar estable donde recibir a sus hijos; nidos vacíos monoparentales, que buscan seguir trabajando para poder tener un lugar estable donde vivir; y pensionados, enfocados en vivir el día a día con apoyo del Estado a través de la pensión por enfermedad y otros beneficios.
Trinidad Vidal, directora de Políticas Públicas de Déficit Cero, sostuvo que “este estudio nos permite entender mejor la realidad de los hogares unipersonales y la necesidad de adaptar nuestras políticas habitacionales para incluir a este grupo creciente que enfrenta barreras significativas para acceder a viviendas adecuadas”. Por otro lado, Vidal agregó que este no es un tema que involucre sólo a la demanda por vivienda de interés público “sino que es un tema país y un desafío enorme para el Estado, que tiene que ver con cambios demográficos profundos y con las formas en que las personas están tomando decisiones vitales.”
Desde 1990, el número de hogares unipersonales ha aumentado considerablemente, reflejando cambios en la estructura familiar y social de Chile. Estos hogares se forman tanto por decisiones proactivas como reactivas, influenciadas por hitos vitales y circunstancias de vida. Sin embargo, enfrentan desafíos significativos en términos de estabilidad económica, acceso a vivienda digna y apoyo social. Así, se hace urgente adaptar las políticas públicas para abordar las necesidades específicas de estos hogares que actualmente se sienten excluidos de las medidas existentes.
De acuerdo a Vidal, el estudio también presenta recomendaciones que apuntan a cómo las políticas públicas, deberían considerar la implementación de subsidios de arriendo que tengan en cuenta las condiciones específicas de los hogares unipersonales, así como ofrecer apoyo económico para gastos básicos y mercadería que permita aliviar la carga mensual y fomentar el ahorro para futuros subsidios de compra de vivienda. “Es necesario tener soluciones de vivienda temporales para etapas de emancipación y transitoriedad, así como mecanismos como el arriendo con aval del Estado para personas que atraviesan rupturas familiares o enfermedades. Para los migrantes, es crucial facilitar la entrega de subsidios de arriendo y económicos, y mecanismos de ahorro para acceso futuro a subsidios de compra de vivienda”, agregó Vidal.
Desde Déficit Cero señalaron que es crucial desarrollar propuestas de políticas públicas que aborden la diversidad de la demanda habitacional en Chile, además de reconocer y adaptar nuestras soluciones a las necesidades específicas de los hogares unipersonales, mejorando su acceso a una vivienda adecuada y fortaleciendo el tejido social y económico del país.
21 lecturas