Paternidad y bienestar: una discusión pendiente

Por María de los Ángeles Oyarzún, Trabajadora Social, Dra. en Psicología.

Académica e investigadora de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad Santo Tomás sede Concepción e investigadora del Centro Cielo.

Ser padres en los tiempos actuales se ha transformado en una tarea difícil, así lo plantean algunos estudios atendiendo a los diversos cambios económicos, sociales y culturales que han presentado las sociedades modernas.

Es así que, en las últimas dos décadas, el bienestar de padres y madres ha comenzado a ser objeto de interés para los y las profesionales de las ciencias sociales, dejando abierta así discusión respecto a las condiciones y/o factores que incidirían en un mayor o menor bienestar parental.

La mayoría de las investigaciones han tendido a comparar el bienestar de quienes son padres con quienes no lo son, y otra línea se ha focalizado especialmente en las madres, situación que se fundamentaría en la mirada tradicional que aún persiste respecto al cuidado de sus hijos/as la cual otorga primacía a la madre.

¿Pero qué está ocurriendo con los padres?, sin duda esta interrogante es más difícil de responder.

Recientes investigaciones concluyen que la paternidad es un evento transformador que impacta diversos ámbitos de la vida y que trae consigo experiencias de bienestar y realización personal, pero también exigencias importantes que pueden tener repercusiones en su salud mental en dependencia de las condiciones en las cuales se desarrolle la paternidad.

En este sentido, se establece que uno de los ámbitos que ha recibido especial atención desde la academia es la salud mental de hombres padres en la transición a la paternidad, desde el embarazo hasta el período postnatal. 

Es así que se constata la existencia de tasas de depresión paterna pre y postparto en torno al 10%, inclusive con niveles más elevados en el período de 3 a 6 meses del bebé (Paulson y Bazemore, 2010). Del mismo modo, se identifican trastornos ansiosos que pueden alcanzar un 18% en padres en el período postnatal (Leach, Poyser, Cooklin y Giallo, 2016).

Como profesional de las ciencias sociales, estas cifras deberían constituirse en una luz de alerta, un llamado de atención, para desnaturalizar nuestra forma de entender y abordar los temas de familia y cuidado de los y las hijos/as.

Sabemos que aún persisten notables desigualdades entre padres y madres respecto al grado de participación en las tareas de cuidado, sin embargo una forma de tender a una mayor equidad es también haciendo visible el rol de padre, no basta con demandar un mayor involucramiento paterno, un cambio en la forma de ser padre, sino que también es necesario comprender las vivencias de los hombres en relación a su paternidad en los tiempos actuales y desde ahí, preguntarnos respecto al lugar que estamos dando a los padres en nuestro quehacer tanto en la investigación como en la intervención. 

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