INDAP y el día de los campesinos y campesinas. Por Enrique Santis, Director Regional INDAP Los Lagos

La historia institucional de INDAP está íntimamente ligada a la Ley de Reforma Agraria, cuya promulgación, hace ya 50 años,  da vida al Día del Campesino y la Campesina que conmemoramos hoy. Actualmente, INDAP trabaja con el 100% de los municipios rurales del país (los 280) para llegar a la población usuaria de todo el territorio, donde además cuenta con 115 Agencias de Área para acercar sus servicios. En nuestra región, son 14 las agencias de área distribuidas por todo el territorio, atendiendo en forma activa a más de 22 mil pequeños campesinos y campesinas.

Nuestra misión desde un inicio ha sido contribuir al desarrollo económico sostenible y a la valorización de la Agricultura Familiar Campesina y sus organizaciones, mediante una acción de fomento tendiente a fortalecer el capital humano, social, productivo, natural y cultural, de hombres, mujeres, jóvenes y nuestros pueblos originarios en los territorios.

Esta fue una reforma que vino a traer justicia al campesinado chileno, terminando con la institución del inquilinaje. La Reforma Agraria partió con un slogan que decía “La tierra para el que la trabaja”. Hoy, con la labor permanente de INDAP apoyando el desarrollo sustentable de la pequeña agricultura, estamos siguiendo el principio de la Reforma Agraria. Nuestros distintos programas de fomento honran ese mensaje, de que el campesino debe poder trabajar la tierra y vivir de ella. Que puede ser dueño de la tierra, cultivarla, invertir tecnología, capacitarse y producir mejor. Eso estamos haciendo como institución, reconocer la importancia de nuestra agricultura familiar campesina como guardianes de nuestro patrimonio genético, alimenticio, cultural y ambiental. En definitiva, una agricultura inclusiva, que de oportunidades de desarrollo a quien quiera vivir del campo, sobre todo a los más jóvenes.

En Chile, la sociedad rural, con sus múltiples características, constituye una forma de vida que debe ser apreciada, alentada y sostenida. Nuestro país sería indudablemente más pobre y más gris sin la presencia y la contribución del mundo rural, de su cultura, de su relación con la naturaleza.

En esta tarea, el Estado enfrenta la responsabilidad de comprometer iniciativas y esfuerzos de actualización y de incentivos, a fin de responder a las nuevas exigencias del presente, a través de estrategias que provean orientaciones y apoyo a las instituciones locales. Es por eso, que para INDAP un lugar destacado en el proceso de desarrollo rural es la educación de jóvenes y niños, por cuanto en el futuro recaerán sobre ellos las responsabilidades y eventuales beneficios que deriven de cualquier iniciativa de la vida en el mundo rural. Un mundo del que estamos muy orgullosos de ser parte y por el que seguiremos trabajando día a día.

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