La Prevención de Riesgos no está solo en el trabajo, también está en el hogar

 Por Juan Pablo Figueroa Barreaux, ingeniero en Prevención de Riesgos

Hoy en día las grandes organizaciones considera y es de suma importancia tener presente que todos los días estamos expuestos a riesgos en nuestra actividad diaria, por lo tanto la forma de enfrentarnos a ellos es la que marca la diferencia entre una buena y una mala jornada y en esos casos la “prevención de riesgos” es fundamental.

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Se hace necesario crear una conciencia racional y de autocuidado, en el uso correcto de los Elementos de Protección Personal (EPP)

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La relevancia de este tema pasa porque hoy en día podemos decir que nuestro ambiente de trabajo es parte fundamental de nuestras vidas, ya que es en él, donde pasamos gran parte de nuestro tiempo, ejecutando labores en pos de nuestro bienestar personal, familiar y social, esto muchas veces es a la inversa ya que no siempre, no brinda el bienestar esperado, y esto sucede básicamente por las malas condiciones laborales implementadas por nuestros empleadores y que por ende conlleva a una presión o carga extra para el trabajador a la hora de realizar eficazmente sus labores para las que fue contratado. En este orden de ideas, el empleador debe garantizar la salud y seguridad de los trabajadores, por lo que se hace necesario crear una conciencia racional y de autocuidado, en el uso correcto de los Elementos de Protección Personal (EPP), dándole a conocer mediante charlas periódicas a que situaciones de riesgos se podrían ver enfrentados el no uso correcto de los Equipos de Protección Personal.

Ahora bien, si nos vamos al quehacer diario en nuestros hogares. ¿Cómo podemos prevenir accidentes? Básicamente tomando una actitud proactiva hacia la prevención: examinando críticamente los lugares de Trabajo / Hogar; identificando cuáles pueden ser los sistemas, elementos o equipos que encierren peligros; solicitando a quien corresponda las mejoras que estime necesarias para que su lugar de trabajo o en la casa, sea seguro y modificando los comportamientos que impliquen riesgos para usted o para sus compañeros o grupo familiar.

“Detectar el problema y corregirlo es la clave del éxito para prevenir accidentes” Por otra parte, el manejo cotidiano de la electricidad nos hace olvidar el respeto que debiéramos tenerle. Lamentablemente, la mayoría de los accidentes eléctricos resultan graves o mortales, por eso es necesario que tomemos precauciones en el hogar, como por ejemplo:

  • Nunca sobrecargue los tomacorrientes: coloque un solo enchufe por cada toma. Esto impide que se recaliente la instalación y previene posibles incendios.
  • Evite el uso de triples y zapatillas.
  • Si detecta algún problema en la instalación o en algún equipo, llame a un especialista.
  • Evite dejar líquidos cerca de instalaciones eléctricas: un derrame puede provocar cortocircuitos.
  • No deje enchufado el cargador de su celular si este no se está cargando, podría tomarlo un menor de edad y las consecuencias serían muy lamentable.

Finalmente, como vivimos en una provincia muy particular con bajas temperaturas y con el objeto de evitar incendios, es recomendable efectuar, por lo menos una vez al mes, un mantenimiento de las estufas de combustión lenta, chimeneas, cocinas a leña ya que en sus ductos de salida se acumula hollín, resina y grasa. Se recomienda mantener un botiquín de primeros auxilios, con elementos para prestar una primera atención. Mantener siempre los números de teléfonos de emergencia ubicados en un lugar visible (Ambulancia 131, Bomberos 132, Carabineros 133). Recuerde: En caso de enfrentarse a un accidente eléctrico en el que la víctima está atrapada, nunca la toque directamente; corte la energía ya sea del interruptor o por medio de un cortocircuito., y pida auxilio.

Juan Pablo Figueroa Barreaux Ingeniero en Prevención de Riesgos Registro SNS N° LL/P-444 Diplomado en Prevención de Riesgos, Seguridad y Salud Ocupacional

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