En Quellón se inauguró remodelado galpón para la equinoterapia

Con este remodelado espacio, se podrán realizar las sesiones de rehabilitación de la equinoterapia a los usuarios durante todo el año, sin las limitaciones de las condiciones climáticas.

Hasta las dependencias del galpón de Oviplan, ubicado en el sector de puntas de lapas, llegó el alcalde de la comuna, Cristian Ojeda Chiguay, junto a los concejales e invitados especiales, para inaugurar un remodelado espacio donde se podrán realizar las sesiones de equinoterapia, pionera en realizarse en la provincia grande de Chiloé.

Al respecto el Acalde de Quellón, se mostró muy contento con el reacondicionamiento de este espacio que albergará las sesiones de equinoterapia donde se verán beneficiados más de 40 niños y jóvenes de la comuna.

Estas terapias con (equinos) caballos, comenzaron hace 3 años, impulsadas por el centro comunitario de rehabilitación integral, dependiente del Departamento de Salud Municipal y apoyadas por el club de rodeo chileno de Quellón.

Sobre la historia y los avances de la equinoterapia en la comuna nos comenta la terapeuta ocupacional encargada del proyecto, María José Muñoz.

La equinoterapia nació con el apoyo fundamental del Club de Rodeo Chileno de la comuna, quienes a través de sus socios colaboran con facilitar los caballos para realizar cada sesión, también los acompañan y apoyan en la rehabilitación de los niños y niñas.

Santiago Hueichapan es beneficiado con la equinoterapia, acompañado de padre, Santos Hueichapan, valoran y agradecen los esfuerzos realizados para reacondicionar el espacio físico donde se realizarán las terapias durante todo el año.

Cabe mencionar que dentro de los beneficios que entrega las sesiones de la equinoterapia, el movimiento de vaivén del caballo ayuda para estimular los músculos y articulaciones de los pacientes, además que induce a los participantes a adaptarse y responder de manera activa a los estímulos y sensaciones provocados por el trote del caballo, como estirarse, relajarse y ganar destreza en la coordinación y el equilibrio.

La temperatura de un caballo, de 38º, ofrece un aspecto sensorial extraordinario, ya que en casos de nerviosismo del paciente, puede relajarse tumbado sobre su lomo. Entre otros beneficios, mejora el equilibrio y la movilidad en niños, jóvenes o adultos con algún grado de parálisis y una gran ayuda para superar los miedos y conectarse con el medio natural.

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