Puertos rindieron homenaje a la marina mercante chilena en el cierre de su mes aniversario

La celebración se da en un contexto adverso para la institución, marcado por iniciativas que buscan abrir de manera unilateral el cabotaje marítimo, su principal actividad. 

Como parte de las celebraciones de sus 198 años, durante junio se desplegó un programa de actividades que incluyó seminarios temáticos y jornadas vocacionales, y que concluyó este jueves con una ceremonia oficial en Valparaíso y otros puertos del país. 

La marina mercante chilena cerró la celebración de sus 198 años este jueves en una ceremonia oficial en Valparaíso, organizada por la Asociación Nacional de Armadores en coordinación con la Gobernación Marítima de Valparaíso.

La actividad incluyó la tradicional ofrenda floral y el toque simultáneo de pitos y sirenas de buques mercantes cercanos a éste y otros puertos del país.  

La jornada fue el cierre de las actividades conmemorativas del mes de la marina mercante chilena, que congregó por primera vez a los cerca de 20.000 chilenos que actualmente trabajan en torno a la actividad marítima mercante, entre tripulantes, oficiales, operarios, administrativos en tierra y formadores de nuevas generaciones, unidos con el objetivo de poner en valor la actividad y relevar el aporte que hace al país.

“Hoy el mundo está conectado a través del mar; de hecho, el 96% del intercambio comercial chileno se hace por mar. Pretendemos que nuestra marina mercante sea cada día más eficiente y que conecte el mundo entre los productores y demandantes de bienes y servicios”, dijo Roberto Hetz, presidente de la Asociación de Armadores de Chile (ANA).

“La marina mercante nacional es clave para la conectividad en las zonas extremas; en el contexto geopolítico, estableciendo presencia en aguas nacionales; por su condición de reserva naval ante potenciales conflictos, además de cumplir un valioso rol ante emergencias por catástrofes naturales”, dijo Ricardo Tejada, también de ANA. “Una actividad de la que se conoce poco en Chile, pero paradojalmente, una de las de futuro más promisorio: la profesión de Ingeniería en Marina Mercante tiene la segunda mayor empleabilidad en Chile, con remuneraciones niveladas al estándar internacional”, complementa.

Las celebraciones han incluido invitaciones a estudiantes de Valparaíso para que vivan la experiencia de ser marinos mercantes por un día, visitando un buque y conociendo el trabajo que ahí se realiza, además de seminarios abiertos a todo público, el último de los cuales –a desarrollarse el próximo 30 de junio-  se centrará en la ampliación del legendario canal de Panamá. “Hemos sido invitados a la ceremonia, y al regreso tendremos este encuentro donde profundizaremos en esta noticia que tendrá gran incidencia para Chile en su rol en el comercio internacional”, dice Tejada.

Precisamente uno de estos encuentros, efectuado el pasado 14 de junio y que concitó alto interés del público, estuvo dedicado a un tema crucial: el debate en torno a la posibilidad de abrir el cabotaje marítimo a buques de bandera extranjera de manera unilateral, es decir, no recíproca. “Sería el comienzo del fin para la marina mercante chilena”, dice Ricardo Tejada. 

De concretarse la iniciativa, las navieras extranjeras podrían entrar al mercado nacional a realizar cabotaje sin cumplir con las obligaciones tributarias, legales y laborales chilenas, abaratando así sus costos, generándose así lo que definen como una “competencia desleal, porque además no es recíproca: las navieras extranjeras tendrán esta ventaja para operar aquí, pero las navieras chilenas no tendrían el mismo beneficio recíproco en esos países”, puntualiza.

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