Así lo señaló mediante comunicado que reproducimos a continuación el rector de la Casa de Estudios superiores, Óscar Galindo V.
Desde su fundación la Universidad Austral de Chile se ha declarado una institución humanista, pluralista y respetuosa de la diversidad. Valores como la libertad y la democracia interna han permitido que su proyecto educativo se desarrolle desde el diálogo y el debate, contribuyendo a la construcción de una comunidad diversa y respetuosa de los derechos de todas y todos sus integrantes: estudiantes, académicas y académicos, y personal administrativo y de servicios.Es por ello que manifestamos nuestra profunda preocupación por las distintas paralizaciones de actividades y tomas estudiantiles que se están desarrollando en escuelas de nuestra Universidad, apartándonos con ello, precisamente, del enriquecedor diálogo como instrumento de resolución de conflictos y diferencias.
En ese contexto, nuestra Universidad considera que los espacios de diálogo y acuerdo son aquellos que se realizan en un marco de respeto de los derechos de todos sus integrantes.
La UACh ha generado múltiples instancias al interior de la comunidad universitaria, en especial con sus estudiantes, en las que se han abordado y se pueden continuar abordando temáticas tan relevantes como la salud mental, sistemas evaluativos y mejoramiento de la convivencia interna, entre otras.
Para ello, las y los representantes de los estudiantes participan en los consejos de escuelas, facultades y sedes, Consejo Académico y Consejo Superior Universitario, en todos los casos con plenos derechos de voz y voto. La opinión de los estudiantes es altamente valorada en cada una de esas instancias.
Tenemos la convicción de que las problemáticas que las y los estudiantes han identificado son posibles de solucionar por medio del diálogo y el trabajo conjunto.
Sin embargo, para generar instancias de diálogo y reflexión es necesario que seamos respetuosos de los derechos fundamentales de todas y todos los integrantes de la Comunidad Universitaria. Debemos respetar, por ejemplo, el derecho a la libre circulación, el derecho al trabajo o el derecho a la educación de todas y todos los integrantes de nuestra comunidad universitaria, más allá de las legítimas diferencias que pueden existir entre sus integrantes.
Finalmente, convocamos a las y los estudiantes y, especialmente, a sus representantes, a utilizar la institucionalidad que hemos construido colaborativamente para canalizar sus inquietudes (Consejos de Escuela, Consejos de Facultad, Consejo Académico, por mencionar algunas), así como instancias de diálogo formal con las autoridades de las facultades y de la Universidad y con ello propiciar la solución de conflictos, basado en el intercambio de ideas, la reflexión y el respeto mutuo, que deben caracterizar a nuestra Universidad.
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