Así lo señalaron mediante comunicado público que reproducimos a continuación.
El día 22 de Agosto recién pasado se vio un fuerte contingente policial en la intersección de Caupolicán con calle Los Carreras, persiguiendo y expulsando a trabajadoras y trabajadores del comercio ambulante, y requisando los bienes con que las familias dependen para vivir.
Este no es un caso aislado. Ya se ha transformado en parte de la experiencia cotidiana en nuestra ciudad y del país. Ante la creciente falta de empleo, cierre del comercio nacional y precarización laboral, el comercio informal y de supervivencia se han transformado en el instrumento que permite la movilidad suficiente para seguir sustentando los hogares.
Declararle la guerra al comercio de supervivencia es declararle la guerra a los vecinos con los cuales nos relacionamos, habitamos y producimos la ciudad.
Destruir, requisar y reprimir no ha solucionado el problema a nivel nacional, sólo genera más desocupación, pobreza y marginalidad.
Es irónico que desde el oficialismo y desde alcaldía de Concepción exista una política de agresión por un lado y por otro lado se use el comercio informal para rellenar los índices de desocupación y presentar una comuna y un país próspero.
Ante ese escenario se produce una preocupación e incertidumbre en las vecinas y vecinos.
No solo sobre su futuro laboral ante el escenario nacional, sino a la imposibilidad de desarrollar alguna otra actividad de apoyo a la canasta familiar.
Por consiguiente, genera indignación ver como con altos niveles de violencia dan vuelta los carros en plena vía pública, y requisan el sustento del mes de esas familias. Cómo no recordar ante esta situación, a una vecina mayor de edad con la cara ensangrentada luego de una redada, y que ante la privatización de las pensiones y la salud prácticamente no tiene otra forma de sobrevivir el día a día.
Desde Convergencia Social queremos hacer un llamado a la cordura, empatía humana e imaginación política a las autoridades: al alcalde Álvaro Ortiz y al Gobernador Robert Contreras, ya que la posición política que han construido vuelve en un campo de batalla un espacio que debiera ser de encuentro, diálogo y habitar. A su vez, termina precarizando aún más a la ciudad, por falta de innovación política para resolver una temática importante en nuestra comuna.
Y por sobre todo pedimos empatía y solidaridad a toda la comunidad penquista, que sin duda más de una vez hemos comprado algo en “la calle”, y que detrás de esa compra se sostiene una familia vecina, con una forma de vida que debe estar en constante alerta ante la amenaza de represión y de la propia informalidad de su actividad.
El comercio y el trabajo, en todas sus formas, es parte de nuestra vida y nos conforma como sociedad.
El mal llamado trabajo informal no es nuevo y no dejará de existir, aunque algunos lo busquen por la fuerza. Con cordura, empatía y cooperación debemos establecer un diálogo y participación social que le dé viabilidad a una ciudad que nos incorpore a todas y todos en un principio de buen vivir.
Definir el Concepción que queremos desde sus fortalezas y debilidades, pero no a través de la violencia, sino de la oportunidad. Partido Convergencia Social Comunal Concepción.
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