Así lo señaló mediante comunicado público que reproducimos a continuación.

Destaco el rol conciliador que ha cumplido Renovación Nacional en este proceso, porque ha estado trabajando arduamente para solucionar la crisis social. Además, ha puesto énfasis en las demandas ciudadanas, y ha mostrado la mejor disposición por lograr la unidad y el diálogo.

También, quiero valorar que se haya logrado un Acuerdo por la Paz, donde se priorizó escuchar la opinión de las personas. El plebiscito es una herramienta valiosa para nuestra democracia, donde podemos consultar a las personas si quieren o no un cambio constitucional, y de esta manera evitamos que un sector político imponga su postura en el país. 

Los resultados del plebiscito deben ser respetados, ya que todos tenemos el derecho a expresar libremente nuestra voz y a ser escuchados. Es por eso, que los parlamentarios no pueden asumir el resultado del plebiscito, sin que la ciudadanía haya votado primero.

Reitero, que estoy en contra de todo tipo de imposición de pensamiento ideológico e intervencionismo político que se quiera implementar en este proceso, ya que el camino que debemos tomar en el país es el de la democracia.

Mi postura es que Chile no necesita una nueva Constitución, la forma para resolver las demandas ciudadanas debe ser rápida a través de modificaciones en las leyes actuales y las reformas constitucionales con voluntad política, ya que los chilenos quieren soluciones ahora.

Hacer una nueva constitución es un proceso lento que demora 2 años, y existen otras alternativas para resolver las demandas sociales en menos tiempo, como lo pudimos observar en las últimas semanas, donde despachamos varios proyectos de Ley de forma urgente.

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