Los robos a empresas son frecuentes en la zona de Talcahuano. Tal parece, existen bandas “profesionales” que se dedican a este “trabajo”. Pese a denunciar, causas simplemente se dan por terminadas y se archivan. ¿Significa que esto seguirá ocurriendo a vista y paciencia de autoridades? ¿estamos ante una realidad que simplemente no interesa cambiar? ¿Son los ladrones más eficientes que el sistema que se supone debe detenerlos?

Ocurrió hace un año, a fines de agosto, nos cuenta el empresario propietario del container marítimo de 20 pies que desapareció en Isla Rocuant, zona ubicada al llegar a Talcahuano, en el sector pesquero industrial.

El lugar desde el que desapareció el container no es una referencia menor. Para acceder a este espacio, se deben cruzar diferentes barreras,  incluyendo un puente que separa las instalaciones de las empresas pesqueras agrupadas en la zona de la vía pública, encontrando en la entrada al lugar una alcabala con un guardia permanente.

Avanzamos entonces en dirección al mar, debiendo atravesar pronunciados lomos de toro, encontrándonos frecuentemente con camiones que transportan material a las diferentes empresas que operan en la zona, todas las cuales cuentan con guardias de seguridad.

Llegamos finalmente a la avenida que hace unos años entregara Asipes a la comunidad de la zona, para poder acceder al lugar, adyacente a Pesquera Camanchaca, donde más guardias y cámaras de vigilancia pueden apreciarse.

Debemos entonces subir una pronunciada elevación del terreno para llegar al lugar donde el container desaparecido se encontraba. Tras este intrincado recorrido que debe realizarse, el empresario asumió que habría algún registro del paso del container por el camino, pero no fue así.

Consultadas las empresas de la zona señalaron que sus cámaras no guardan registro de movimiento y que guardias no necesariamente controlan el paso de camiones y vehículos que transitan.

En resumen, el container desapareció y nadie lo vio. Sorprendido por la situación el empresario denunció el hecho a la autoridad marítima, quienes le señalaron dejara constancia a través del portal de denuncias de Fiscalía, lo que hizo.

Denuncias e investigación

Calificado como “Hurto simple” por un valor de 4 a 40 UTM” ($ 253.808 a $ 2.538.080), ocurrido en la vía pública urbana, el caso llega a la fiscalía de Talcahuano, que instruye elevar denuncia, verificar cámaras en el sector y, de existir, solicitar copia de registros.

Parece perfecto, como primer paso, pero resulta que al investigar, las cámaras del lugar no graban, solo operan mediante sensores de movimiento térmico, conectados a central en Santiago. Durante el año, el empresario afectado estuvo revisando frecuentemente la causa a través del portal de Fiscalía, encontrando este mes que aparecía como “Terminada”.

En el transcurso del año, el empresario ha sido víctima además de robo de botes y piezas de embarcaciones en el lugar, los que ya ni siquiera denuncia, porque, como dice con resignación, “no sirve de nada”. Y lamentablemente, parece ser la situación en la que se encuentra la mayor parte de empresarios a quienes roban en Talcahuano, quedando en absoluta indefensión.

¿Mafias que roban contenedores?

Para que el container desapareciera, fue necesario que los delincuentes contaran con una grúa y una camión de transporte, cuyo costo, si es que no la poseen, no es menor. Asimismo, un lugar donde depositar el container. En resumen, no es una operación cualquiera, se requieren recursos económicos y logística para hacerlo, además de transitar por avenidas principales de Talcahuano, que se supone cuentan cámaras de seguridad, ¿tampoco graban estas cámaras municipales?

¿Se puede llegar con grúas particulares a espacios públicos y apropiarse de bienes sin problema? ¿Existen en la zona mafias que operan robando containers? ¿Hay algún avance en la investigación o simplemente se archiva? Estas y otras preguntas que el empresario se hace probablemente quedarán sin respuesta, y si la hubiera, sería de carácter burocrático, sin dar solución al robo.

¿Existe alguna preocupación por parte de las autoridades por dar solución a estas situaciones?¿Es posible que un container “desaparezca” en un sector industrial vigilado y nadie lo encuentre? ¿Es posible que ladrones se apropien de los bienes que con trabajo y esfuerzo las personas logran tener y el Estado no intervenga? Creemos que si las instituciones no pueden resolver casos tan simples como estos, entonces, sus dirigentes deberían reevaluar su sistema de trabajo y realizar cambios concretos.

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