¿Es posible plantearse una nueva manera de movilidad urbana para Valdivia? ¿cómo hacer de Valdivia una ciudad más limpia y saludable? ¿Puede ser la bicicleta la solución? Estas son las preguntas que el joven candidato a alcalde por Valdivia se realiza. Carrasco es profesor de Historia y Cs. Sociales y estudió Magister © en Desarrollo a Escala Humana y Economía Ecológica en la UACH, puede ser por su perfil profesional su singular manera de ver la política y el desarrollo de Valdivia.
Carrasco comentó que “a pesar de que hay algunas ciclovías en Valdivia, estas no bastan y no sólo porque son pocas y no tienen conexión entre sí, sino porque carecen de una visión de ciudad… Las autoridades ven la bici como algo recreativo, pero para muchos ésta ya es de uso cotidiano, práctica y necesaria, por lo tanto, es un nuevo enfoque en movilidad es lo que Valdivia requiere, necesita un “Plan Maestro Ciclovías” (Valdivia, Isla Teja y Costa) con un puente techado exclusivo para ciclistas y peatones que desincentive el uso de automóvil. Seríamos pioneros en Chile y Latinoamérica. Implementaremos dos planes para fomentar la bicicleta: “En Bici al Trabajo” y “En Bici al Colegio”, con depósitos de bicicletas incluidos en algunos puntos estratégicos, más el debido trabajo mancomunado con grupos afines y la debida concientización de la comunidad, pues no queremos lamentar más casos como los de la joven Karin Mathias Rettig que sufrió trágico accidente en su bici”.
En Chile desde el 2014 la bicicleta ha sido transporte líder en Latinoamérica en su uso cotidiano. En Santiago se contabilizan cerca de 1,1 millones de viajes al día en este medio de dos ruedas, pero su uso “se puede desarrollar aún más”. No obstante, otro país cercano como Colombia en lo que nos gana es con las actividades que hacen los días domingo con cierre de calles donde va un millón de personas participan y acá en Chile van cuatro mil.
Ahora bien, Alan Carrasco señaló que “al respecto el Municipio de Minneapolis, EEUU tiene un puente exclusivo para ciclistas (hay otros en Holanda y Países Bajos). El puente ha sido todo un éxito, ha crecido la demanda por bicicletas, aumentó el deporte, cero emisiones tóxicas, hubo ahorro de dinero por gasolina, disminuyeron los costos ambientales y se convirtió en una ciudad más limpia, saludable y turística”.
Sobre la factibilidad de tal proyecto que sería pionero no sólo en Chile, sino en Latinoamérica Carrasco sentenció que “más de 15 mil millones de pesos se botaron en puentes que no funcionan y nos llenaron de vergüenza e impotencia como valdivianos. Plata hay, lo que no hay es un sentido de escala de la economía, pues, con menos se puede hacer más y mejor… El cambio es posible y creo que es fundamental creer en esto si queremos construir un nuevo Valdivia, de otra manera seguiremos estancados soñando con lo que nunca fuimos”
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